Con la pandemia han cambiado muchas cosas, una de ellas es la forma en la que la gente se relaciona, también en el ámbito sexual, por lo que ahora hay un aumento de casos de ansiosexualidad.

Se trata de una condición que altera de forma importante la manera en la que las parejas sostienen relaciones sexuales, pues más allá de sentirse más relajadas después de tener intimidad, comienzan a presentar etapas de ansiedad o estrés.

La ansiosexualidad entra dentro de las categorías de trastorno de ansiedad en el que la sexualidad se ve afectada por factores externos, como puede ser la pandemia de coronavirus.

Iria Reguera, explicó al medio Trendencias, que este trastorno se caracteriza por una mala traducción del cuerpo en la que no es posible interpretar de forma adecuada los elementos que generan sensación de peligro, por lo que se presenta ansiedad cuando no es necesario.

De acuerdo con la experta, este padecimiento es una inhibición del deseo sexual que está relacionado directamente con el estado de ansiedad, el exceso de estrés hace que la gente pierda el deseo de sostener un encuentro sexual.

Si bien hay razones como la baja autoestima, falta de comunicación, problemas no solucionados, desconocimiento sexual, etc., es un hecho que la crisis sanitaria ha puesto en alerta a millones alrededor del mundo.

Hay dos escenarios posibles en este panorama, uno de los comportamientos puede hacer que el estrés que recibimos por factores externos cause bajo deseo sexual o bien, que el sexo ahora sea percibido como una alerta roja o factor de atención.

Los terapeutas sexuales indican que ante la presencia de estrés es muy posible que como mecanismo de defensa se desactive el sector erótico con tal de solucionar otros temas y darles prioridad.

En estos casos, lo mejor es darse tiempo para el autoconocimiento, no sentirse frustrado y darle tiempo al cuerpo para adaptarse o reponerse del impacto externo que podría detonar la ansiosexualidad.