El proceso de una buena nutrición se inicia al comprar los alimentos, normalmente en una tienda, algún supermercado o una gran superficie, a donde debemos acudir con la lista de la compra y el estómago lleno, para no caer en las estrategias comerciales del establecimiento y evitar llevarnos más de lo que necesitamos. Eso lo tenemos meridianamente claro, ahora bien ¿lo hacemos siempre?. ¡¡Os lo recuerdo para que NO lo olvidéis!!.
En el momento de la compra es muy importante conocer los componentes nutricionales, yo diría que cada día más, especialmente para no caer en los “engaños” publicitarios que suelen acompañar a los diferentes alimentos, como ligth, sin azúcar, para “diabéticos”, sin grasas añadidas,… Por supuesto, también nos puede aportar beneficios económicos al mejorar la relación entre el precio, la cantidad y la calidad del alimento.
Aunque las etiquetas de los alimentos deberían ser meridianamente más claras, vamos a repasar algunos conceptos generales que deben aparecer en las mismas, y que en la imagen que os muestro podemos comparar con la que aparece en un envase real.
La información básica que debe contener un envase de alimento comercializado:
1.- Lo primero que debe aparecer es el tamaño (cantidad en gramos o ración de uso común: una taza, un vaso,…) de la porción a que se refiere y cuantas porciones contiene el envase.
2.- Estas porciones hacen referencia a la cantidad media del alimento que se consume habitualmente por una persona sana en cada consumición, que normalmente se ajusta a la recomendada para una dieta saludable.
3.- Las cantidades totales de cada nutriente se expresa en sus respectivas unidades de medida, o sea gramos (abreviatura g), miligramos (mg), mililitros (ml), etc… Esta información nos permite comparar un producto con otro de características similares y elegir los alimentos con menor cantidad de grasas saturadas, colesterol y sodio, o bien aquellos con mayor contenido en fibras, vitaminas, etc…
4.- Para que las calorías no nos engañen, ya que hay muchos que se anuncian “bajos en grasas” (pero no en calorías), … debe aparecer la información adicional como el “porcentaje de Dosis Diaria Recomendada” (%DDR) que indica el contenido del alimento (por 100 gramos o por porción) de los diferentes nutrientes de los alimentos (hidratos de carbonos, proteínas, grasas, colesterol, sodio, vitaminas, minerales,…) como porcentajes de las cantidades diarias recomendadas de cada nutriente para una alimentación saludable. Suele estar referido a una dieta de 2.000 kcal (8.400 kilojulios-KJ-)
¿Qué nos aporta al consumidor esta información sobre el %DDR? Básicamente nos permite conocer si la porción del alimento en cuestión contribuye poco o mucho en la alimentación diaria total y poder conocer la cantidad de micronutrientes que se consumen por día en caso de querer conocer este dato, cuando seguimos un programa de alimentación, entrenamiento deportivo,…
5. La información detallada sobre los diferentes nutrientes es esencial para elegir los productos con menor contenido de grasa total, de grasas saturadas y trans, bajo en sodio, alto contenido en fibras, con mayor o menor cantidad de hidratos de carbonos (azúcares) importante en el caso por ejemplo de padecer diabetes mellitus, si es una fuente de calcio, apto para pacientes con celiaquía,…; aunque deben aparecer como “alimento de bajo contenido de (nombre del nutriente) o alimento exento de (nombre del nutriente)”.
En la lista de ingredientes también debe aparecer la información sobre los alérgenos, claramente diferenciado del resto de la lista de ingredientes.