Es poco probable que la gente crea que Alito Moreno dio el bandazo debido a su preocupación por la inseguridad que viven millones de mexicanos.
O que un día amaneció y decidió ir en contra de sus declaraciones, traicionar a sus aliados y apoyar al presidente Andrés Manuel López Obrador, porque creyó que la propuesta de la diputada Yolanda de la Torre era lo mejor para el país.
Ni los mismos militantes y simpatizantes de Morena creerían eso, sobre todo después de que se hicieran públicas las grabaciones que demostraron que el presidente del PRI es un corrupto a quien solo le interesan sus necesidades personales.
Pero en el caso del ahora ex panista Raúl Paz Alonzo, no hay mucha información que pudiera dar luz respecto del por qué decidió dejar el partido que le dio todo, lo cobijó y protegió, inclusive lo exculpó.
Ha trabajado en la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y en Liconsa.
En su tierra, aseguran que los cargos que ocupó los obtuvo por su ahora exesposa, Cecilia, hermana del exgobernador Patricio Patrón Laviada, y que su desempeño en cada uno fue mediocre.
Se desempeñó como diputado federal por el Distrito IV de Yucatán en la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados, y diputado local plurinominal y coordinador de la bancada panista en el Congreso Local.
Después fue dirigente estatal del PAN por tres años, con una gestión gris.
Posteriormente, fue designado candidato al Senado de la República y obtuvo un espacio como legislador de primera minoría.
Hasta ahí todo está relativamente normal. Pero hay detalles que lo ubican en su justa dimensión.
Para empezar, es conocida su afición por las mujeres y el alcohol. Dicen los que saben que el entonces diputado federal participó en la famosa fiesta que organizó en 2014, el entonces coordinador de la fracción panista Luis Alberto Villarreal en Puerto Vallarta, de la cual circuló un video en el que se ve a los participantes departiendo, bebiendo y bailando con varias mujeres.
Su participación en ese festejo le costó la candidatura a la presidencia municipal de Mérida. Además, luego del escándalo, Cecilia Patrón Laviada le pidió el divorció.
En julio de 2017, por unanimidad, la Comisión Anticorrupción del PAN lo exoneró, junto con Miguel Rodríguez Baqueiro y Lucio Balam Herrera, además de cuatro exfuncionarios de municipios donde, según denuncias, se habrían realizado obras bajo el esquema de “moches” con recursos del Ramo 23, cuando Paz fue diputado federal.
En Yucatán señalan que mientras fue dirigente estatal de Acción Nacional, viajó frecuentemente fuera del país.
Por otro lado, dien los que saben que ya se sospechaba que Paz dejaría al PAN y se iría a Morena. Aseguran que su cercanía con la también senadora Verónica Noemí Camino Farjat y otros morenistas era más que de simples compañeros legisladores.
Además, a Paz Alonzo se le vincula con Pedro Haces Barba –quien fue su compañero en el Senado algunos meses–, líder nacional de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), organización ligada con Morena.
Señalan que Raúl paga la renta del local de CATEM en Yucatán y que el senador es asiduo asistente a los eventos de esa organización.
Con ese curriculum, ¿alguien podría pensar que Morena lo iba aceptar nada más porque sus convicciones cambiaron de repente?
Un ejemplo más de que lo único que vale es el poder. Al presidente Andrés Manuel López Obrador, y al dirigente de Morena, Mario Delgado, lo único que les interesa es que se apruebe en el Senado la reforma Constitucional para que la fuerzas armadas continúen realizando actividades de seguridad pública hasta 2028.
Seguramente Raúl pidió ser el candidato de Morena a la presidencia municipal de Mérida, pero no la va a tener nada fácil, porque seguramente se va a enfrentar a su ex esposa y a sus ex cuñados, a quienes por cierto, no les cae nada bien.
Como en el caso de Alito Moreno, a Raúl Paz Alonzo le perdonaron todos los pecados cometidos. No cabe duda que Morena se ha especializado en convertir la hiel en miel.
POR LAS CALLES… La renuncia del diputado Carlos Joaquín Fernández Tinoco a la bancada del PRI en el Congreso de la Ciudad de México para convertirse en legislador independiente tiene que ver con las diferencias que ha tenido con el presidente del tricolor en la CIUDAD CAPITAL, Israel Betanzos Cortés. Seguramente será seducido por Morena, quien no requiere otro elemento en su bancada pero que podría aprovechar los contactos de Fenández. Todo dependerá de lo que le ofrezcan. Rumbo a las elecciones de 2024, todo suma.
Jorge Javier García Mendoza
@GarciaJJavier
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