
José Luis Camacho Acevedo
La incumplida promesa del pasado inmediato de que en México tendríamos un sistema de salud mejor que el de Dinamarca se ha complicado en el presente por el fenómeno de la corrupción.
Recientemente el gobierno federal descubrió la compra de medicamentos a un sobreprecio verdaderamente ofensivo en un país como el nuestro que padece una economía que, como diría el clásico, está pegada con alfileres.
Leo algo preocupante:
“México registró 51 defunciones por tosferina en 17 estados, de acuerdo con el Boletín Informativo de la Secretaría de Salud, quien también informó que, al 24 de mayo, se han presentado 978 casos en el país.
Las defunciones se han presentado en bebés sin antecedentes de vacunación, según el documento. Además, detalla que el 96.07% de estos fallecimientos corresponde a niñas y niños menores de 6 meses.”.
Y también me entero que una empresa, Philips, vendió al sector salud unos ventiladores defectuosos que pueden provocar la muerte de los pacientes que los requieran y se les trate su enfermedad con esos aparatos prácticamente inútiles.
El gobierno federal anunció su proyecto para el sector salud en los siguientes términos:
El Programa de Salud 2024-2030 de Claudia Sheinbaum busca garantizar atención médica integral directamente en los hogares de adultos mayores y personas con discapacidad. El programa abarca cinco metas estratégicas, incluyendo la promoción de la salud, el fortalecimiento de la atención primaria, la modernización de los sistemas de salud, la disponibilidad de medicamentos e insumos en clínicas y hospitales, y la integración tecnológica.
Eliminar la corrupción en el sector salud debe ser un añadido obligado a la propuesta original del actual régimen.
Mexicanos contra la corrupción ha manifestado lo siguiente:
“En primer lugar, en los primeros meses de la pandemia, en el portal “Denuncia Corrupción” hasta el 17 de noviembre del 2020 se registraron 105 actos de corrupción, los cuales abarcaban desde sobornos en efectivo hasta favores sexuales para poder acceder a pruebas de detección, atención y/o asignación de camas en terapia intensiva. 7 La corrupción provenía desde el gobierno federal. Un claro ejemplo fue la compra de 20 ventiladores respiratorios por 31 millones de pesos en el IMSS Hidalgo. Se trató de los ventiladores más caros en la historia, en tanto que cada equipo costó un millón 550 mil pesos cuando en promedio los ventiladores costaban entre 500 mil y 800 mil pesos. 8
Además de la deuda que se tiene con la ciudadanía, el gobierno mexicano también tiene una gran deuda con el personal médico. Como consecuencia de la falta de material y suministros de protección durante el primer año de la pandemia, las y los médicos tuvieron que reutilizar mascarillas, cubrebocas y demás elementos para cubrir con sus tareas. Con base en el último informe de la Secretaría de Salud con corte en octubre del 2021 se registraron 4,517 defunciones oficiales de personal de salud, 9 lo cual posiciona a México entre los cinco países más letales durante la crisis sanitaria de COVID-19 para el personal médico y de salud, 10 según la OMS. Muchas de estas muertes son atribuibles a la falta de material proporcionado por el gobierno a los hospitales.”
en un área tan sensible como lo es el sector salud?
Esperemos que la respuesta sea afirmativa.