Respecto a las otras variables del marco macroeconómico, el pronóstico de inflación de 3.4% para el cierre de este año “se queda corto”, consideraron analistas, ya que las presiones inflacionarias en la parte de mercancías persisten, y aún no hay una recuperación completa en todas las actividades económicas, sobre todo en el sector de servicios, cuya recuperación ha quedado rezagada.
“Están esperando un nivel de inflación muy bajo. Se quedaron con lo que tenía Banxico en ese entonces (previo a la entrega del Paquete Económico 2022, en septiembre) y Banxico ya modificó su expectativa. Luce muy complicado que la inflación baje de 4% este año”, apuntó James Salazar.
Sobre el tipo de cambio, agregó que se podrían generar depreciaciones del peso frente al dólar, sobre todo en la segunda mitad del año por la expectativa del endurecimiento de la política monetaria por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que podría llevar a que se supere los 20.4 pesos por dólar estimados por la SHCP.
Otra variable que no se cumplirá será la del precio del barril de petróleo, lo cual podría dejar mayores ingresos, pero tal vez no los suficientes en caso de una caída de los ingresos tributarios. De acuerdo con Hacienda, se espera que la mezcla mexicana se venda en 55.1 dólares por barril; sin embargo, podría tener un promedio entre 60 y 65 dólares por barril.