Una filtración de datos conocida este fin de semana reveló que durante años el banco suizo Credit Suisse recibió en consignación fortunas de personas ligadas a casos de corrupción y violaciones de los derechos humanos alrededor del mundo.
La revelación, publicada en simultáneo en diarios alrededor del mundo, entre los que se cuentan La Nación de Argentina, The New York Times y The Guardian, señala que la entidad bancaria tenía fondos por valor de unos US$100.000 millones pertenecientes a esas cuentas.
La investigación fue llevada a cabo por un consorcio de cerca de 50 medios que hacen parte del proyecto "Reportaje sobre el crimen organizado y la corrupción".
Entre los hallazgos más relevantes, se señala cómo un grupo de ejecutivos venezolanos, acusados de saquear la petrolera estatal venezolana PDVSA, depositaron largas sumas de dinero en cuentas de Credit Suisse.
Entre ellos están el exviceministro de Energía, Nervis Villalobos, y Luis Carlos de León, exdirector de Finanzas de Electricidad de Caracas.
También se encontraron cuentas a nombre de un traficante de personas en Filipinas, un jefe de la bolsa de valores de Hong Kong encarcelado por soborno, un multimillonario que ordenó el asesinato de su novia, una estrella del pop libanesa, y numerosos políticos acusados de corrupción en varios países, desde Egipto hasta Ucrania.
La información se dio a conocer después de meses en los que periodistas de distintas nacionalidades analizaron la filtración de cerca de 18.000 cuentas del banco suizo que realizó una persona no identificada al diario alemán Süddeutsche Zeitung.
La investigación, conocida como "Secreto Suizo", también incluye declaraciones del individuo que filtró los documentos, en las que señala que las leyes del secreto bancario suizo son "inmorales".
Por su parte, Credit Suisse señaló en un comunicado que las estrictas leyes de secreto bancario de Suiza le impiden hacer comentarios sobre reclamos relacionados con clientes individuales.
"Credit Suisse rechaza enérgicamente las acusaciones e inferencias sobre las supuestas prácticas comerciales del banco", señaló la entidad en un comunicado.
La entidad también aclaró que la mayoría de las cuentas señaladas en la investigación ya habían sido cerradas por sus titulares.
"Los asuntos descubiertos por los reporteros se basan en información selectiva sacada de contexto, lo que resulta en interpretaciones tendenciosas del negocio del banco", aseguraron fuentes del banco.
De acuerdo a lo publicado por el consorcio de medios, que se une a las denuncias hechas por los "Panama Papers" de 2019 y los "Pandora Papers" de 2021, Credit Suisse habría recibido dinero de clientes en el periodo comprendido entre 1940 y 2015, entre los que no solo había megamillonarios, sino también personas cuyos problemáticos antecedentes "habrían sido obvios simplemente haciendo una búsqueda en Google".
El informe también indica que la entidad financiera no habría tenido en cuenta las alertas de sus propios empleados sobre "actividades sospechosas" en las finanzas de sus clientes, como por ejemplo las de los acusados de corrupción en torno a la petrolera estatal de Venezuela.
En este caso específico, el diario La Nación de Argentina señala que "cientos de millones de dólares fluyeron hacia las cuentas de este banco en un momento en el que las arcas públicas de Venezuela eran vaciadas".
Y añade: "La entidad mantuvo abiertas las cuentas de estos clientes venezolanos, incluso cuando su implicación en casos de corrupción había quedado expuesta en los medios".
De acuerdo a otro medio que hizo parte de la investigación, el portal venezolano Efecto Cocuyo, los datos conocidos revelan que en el listado se encuentran cerca de 20 venezolanos vinculados al menos "a cuatro esquemas de corrupción en PDVSA".
Estos ciudadanos habrían consignado en 25 cuentas de Credit Suisse cerca de US$273 millones en activos.