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El Instituto Politécnico Nacional (IPN) enfrenta una crisis profunda en sus escuelas de Medicina, resultado de una gestión administrativa caracterizada por la opacidad, la corrupción y la imposición de directivos sin legitimidad. La Escuela Superior de Medicina (ESM) y la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMyH) han sido escenario de conflictos que han derivado en paros, protestas y un deterioro académico sin precedentes. En el centro de la controversia se encuentra el Mtro. Javier Tapia Santoyo, Secretario de Administración del IPN, acusado de manipular las designaciones directivas y de adjudicar contratos millonarios de manera irregular.
En la ESM, la gestión del director interino Javier Mancilla ha sido señalada por autoritarismo, despidos injustificados y negligencia en la administración de recursos. Su incumplimiento en la conformación de una terna para elegir a un director definitivo ha prolongado una crisis de gobernabilidad que afecta tanto a docentes como a estudiantes. La pérdida de campos clínicos para la formación de los alumnos es una de las consecuencias más graves de esta mala administración, lo que ha llevado a los afectados a presentar denuncias ante la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Por su parte, la ENMyH ha sido epicentro de protestas desde enero de 2025, con trabajadores y académicos exigiendo la renuncia del director Marco Antonio Martínez Silva, acusado de manejar de manera discrecional la contratación de personal y de responder a intereses políticos antes que a las necesidades de la comunidad estudiantil. La falta de pago a docentes de campos clínicos ha puesto en riesgo la continuidad del semestre para los alumnos. Todo esto ocurre bajo la sombra de una administración encabezada por Arturo Reyes Sandoval, cuya gestión ha sido criticada por su falta de control sobre el instituto y por los múltiples escándalos de corrupción en la asignación de contratos.
Pero en los casos en la ESM y el ENMH, esta última en paro una vez más, predominan irregularidades como los pagos a proveedores, los maltratos a la población docente y PAAES, aspectos que son la constante por parte de los interinos de las unidades académicas y que mantienen al IPN en un estado de olvido y descuido casi permanentes.
El conflicto
Las escuelas de Medicina del IPN, la Superior de Medicina y la Nacional de Medicina y Homeopatía son rehenes de direcciones incompetentes y corruptas en complicidad y liderazgo del Mtro. Javier Tapia Santoyo, Secretario de Administración del IPN.
El IPN ha estado en el ojo del huracán desde 2022, cuándo más de 15 planteles se declaron en paro en el que alumnos, maestros y trabajadores demandaban mejoras en la infraestructura, seguridad y matrícula.
A partir de entonces, las escuelas de estudios superiores han sufrido un vía crucis por la designación de directores interinos que no han aportado nada a la consolidación de un ambiente cordial y de desarrollo en lo académico, administrativo y estudiantil, pero que si han servido para un control de los recintos educativos saltándose la elección de sus direcciones, y como lo señalan las reglas internas de cada plantel.
Pero no sólo en las escuelas, los escándalos y las demandas también se dirigen al director general, Arturo Reyes, un grupo de reconocidos investigadores demandaron su renuncia en julio del año pasado, debido a los escándalos administrativos de colaboradores y de que un grupo de funcionarios tiene capturado al Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Cabe señalar que la Escuela Superior de Medicina tiene como director interino al Dr. Javier Mancilla, un ex director del Instituto de Perinatología que estuvo involucrado en escándalos de corrupción en el ENARM con médicos postulantes (Excélsior 29-05-2022).
Este personaje, reconocido por la comunidad por su prepotencia, se ha dedicado a desmantelar a la ESM con el cese injustificado de personal de servicios profesionales (15 cesados), adscritos a la ESM, argumentando falta de presupuesto, aunque, en contradicción, el director interino ha contratado a más cantidad de personal del que ha cesado (20 contrataciones).
Es importante mencionar que, al tomar protesta al cargo, Javier Mancilla tenía solo dos encomiendas por parte del director general:
Ø Dar estabilidad a la E.S.M. y
Ø Generar las condiciones necesarias para llevar a cabo el proceso de elección de terna para nombrar a un director definitivo de la E.S.M.
Esto en un plazo no mayor a 4 meses. Se ha cumplido la fecha y no terna hasta hoy, contradiciendo los reglamentos en la materia.
La actitud prepotente, autoritaria, misógina y de persecución política, han sido las características principales que han marcado su gestión en contra del personal Docente y personal de apoyo y asistencia a la educación, levantando actas administrativas fuera del protocolo correspondiente y de manera dolosa para quién disiente de su actuar.
La imposición de nuevos funcionarios principalmente en las subdirecciones y jefaturas de departamento, por gente externa a la institución y gente de nula experiencia administrativa en los cargos correspondientes, ha originado un importante número de negligencias administrativas que han afectado muchos procesos académico-administrativos y por consecuencia creando afectaciones importantes al personal tanto docente como administrativo.
La negligencia administrativa tanto en las subdirecciones académica y de servicios educativos e integración social , ha ocasionado en el caso de la subdirección académica, la pérdida de campos clínicos (sedes hospitalarias) importantes para que los alumnos de 5º a 10º semestre tomen sus unidades de aprendizaje (ciclos clínicos) e internado rotatorio de pregrado.
El daño ocasionado a estos estudiantes, ha motivado a que se hayan organizado y llevado a la SEP un documento de inconformidad ante estos graves acontecimientos, que ponen en riesgo la calidad en la formación profesional de los futuros profesionales de la salud.
También en los recursos hay opacidad. El evidente abandono de la escuela, los “gallineros” aún existentes, demuestran la opacidad y falta de transparencia en el manejo de los recursos federales y autogenerados de la escuela, ya que a ya casi seis meses de gestión, no ha hecho informe alguno al pleno del Consejo Técnico Escolar, máximo órgano colegiado de la ESM cuando éste ha sido cuestionado al respecto.
El caso de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMyH)
Esta escuela inició un paro más en enero de 2025, por trabajadores y académicos. Las principales demandas son la renuncia del director Marco Antonio Martínez Silva ya que no ha respetado la selección y admisión de personal bajo los criterios establecidos en el reglamento del mismo IPN, aduciendo que el secretario de Admon del IPN, Tapia Santoyo impuso a los postulantes.
Es decir, como el caso de Javier Mancilla, este director obedece las órdenes del secretario y no los intereses de las instituciones que representa ni a los trabajadores y académicos; destaca, por cierto, que no les han pagado a muchos doctores de los campos clínicos desde hace meses, y reciben a los alumnos advirtiéndoles que en cualquier momento ya no los van a recibir si no les paga la Escuela.
La incertidumbre y poco profesionalismo de la administración actual pone en riesgo a los alumnos y que estos se queden sin profesores y por lo tanto perder el semestre.