
Durante la pandemia de Covid-19 se aceleró el uso de canales digitales para realizar operaciones financieras. Cifras oficiales revelan que, en México, entre el 2019 y el 2021, hubo un crecimiento de 62% en cuentas digitales, mientras que el año pasado 97.8% de las operaciones de la banca fueron electrónicas. esto es muestra de porque las instituciones han enfocado sus estrategias al desarrollo de estos canales.
Según información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y del Banco de México (Banxico), entre el 2020 y el 2021 el número de operaciones de banca móvil tuvo un crecimiento de 70%, mientras que la banca por Internet creció 16 por ciento.
Ante esta tendencia, y como lo han realizado las autoridades financieras en los últimos años, seguirán en el 2022 con el desarrollo de una agenda que permita la oferta de productos y servicios financieros de forma simplificada y al mismo tiempo seguir con las labores de supervisión por esta vía.
Ejemplo de ello, es que la simplificación de la apertura de cuentas básicas por la vía remota (onboarding digital), aumento de forma importante, sobre todo durante la pandemia.
En la Convención Bancaria celebrada la semana pasada, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, destacó que se seguirá trabajando para avanzar en los cambios regulatorios a la par de los cambios tecnológicos.
“He pedido a la CNBV que inicie con una agenda de simplificación, regulación proporcional y reforzamiento tecnológico, que permita hacer más expeditos los procesos para dinamizar el acceso al financiamiento de las empresas que lo requieran”, dijo el jueves.
Ahí, el secretario Ramírez de la O detalló que ante el interés de liberar el potencial de la digitalización para promover una banca con mayor alcance, se adoptarán nuevas tecnologías para simplificar y agilizar trámites, así como para adaptar los procesos de supervisión.
Otra de las medidas en que trabaja la CNBV en materia de impulso a la digitalización, es en el open finance. Una primera fase de este proceso entró en vigor en junio del 2020, y fue el desarrollo del estándar de API’s para datos abiertos en cajeros automáticos. La segunda, que tiene que ver con que las instituciones (con la autorización del usuario) compartan información transaccional de captación está en proceso; y una tercera es la relacionada con los datos de productos de crédito y bursátiles.
“Las autoridades financieras nos encontramos analizando distintos aspectos del futuro digital del sector: desde lo relativo a las trayectorias tecnológicas, de las finanzas abiertas, hasta las implicaciones de la implementación de una moneda digital del banco central”, expuso Ramírez de la O.
Confió en que las nuevas disposiciones facilitarán la apertura de cuentas, ampliarán las posibilidades de pago, reducirán el costo del financiamiento y promoverán la innovación en el sector.