RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
El tema de equidad de género es uno de los que más resonancia tienen dentro de la política mexicana.
Lo tiene porque esa equidad que tanto se pregona estuvo ausente durante décadas y hasta hace menos de dos lustros fue cuando se decidió atenderlo como tema importante del acontecer nacional.
De esa manera se procedió a reformar leyes e incorporarlo como una necesidad para dar a las mujeres un sitio que se les había regateado.
Fue entonces cuando se decidió primero tímidamente y después más en forma darle a la equidad de género el espacio que requería.
Antes de esas reformas legales, las mujeres tenían apenas pequeños espacios dentro de los primeros planos de la actividad política.
Fue en la década de los 60 cuando las primeras mujeres aparecieron en el Senado de la República y casi entrando en los 80 cuando la primera fémina formó parte del gabinete presidencial, casi a la par que la primera mujer se convertía en gobernadora de una de las 32 entidades del país.
Y ya entrados en la segunda década del Siglo XXI cuando se decidió otorgar a la equidad de género el espaldarazo necesario para que las mujeres estuviesen a la par que los hombres en el Congreso de la Unión.
La equidad de género es uno de los temas relevantes del actual gobierno federal, dándoles un espacio relevante dentro del gabinete presidencial, además de que la Cámara de Diputados y el Senado de la República guardan un equilibrio en los porcentajes entre hombres y mujeres.
Con todo y ello, uno de los sitios en los que la equidad de género es simplemente inexistente en los gobiernos estatales, tanto así que en la actualidad de 32 gobernantes, solamente dos son mujeres: Sonora y CDMX.
Pocas han sido las mujeres que desde 1979 han gobernado un estado de la república, respaldadas en el voto ciudadano.
Griselda Álvarez, Colima, fue la primera y Beatriz Paredes, Tlaxcala, la segunda ocho años después.
Los años pasaban y de las mujeres nada, se les postulaban en entidades en las que pocas posibilidades de ganar tenían y con todo y ello, Amalia García logró el triunfo en Zacatecas e Ivonne Ortega en Yucatán. Ya en pleno Siglo XXI Claudia Pavlovich, Sonora; Claudia Sheinbaum, CDMX y Martha Erika Alonso, Puebla, se unieron al selecto grupo y hasta ahí.
Claro que también un reducido grupo consiguió gobernar, pero no por la voluntad popular, sino en calidad de interinos o designados para terminar un período de gobierno.
Dulce María Sauri y Rosario Robles, entraron de emergentes ante el vacío decretado por las licencias de Víctor Manzanilla y Cuauhtémoc Cárdenas, respectivamente.
Ante la cercanía de los comicios para renovar 15 gubernaturas en junio de 2021, no se vislumbran muchas mujeres candidatas y las que hay, en su mayoría, tienen pocas posibilidades de triunfo.
Asoman por ahí la alcaldesa panista de Chihuahua, María Eugenia Campos; de MORENA Layda Sansores, Campeche; Colima, por MORENA Indira Vizcaíno; Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, MORENA; Nuevo León, Clara Luz Rojas o Tatiana Clouthier, MORENA; Sonia Mendoza, panista de San Luis Potosí; Zacatecas la priista Claudia Anaya, son algunos de los nombres más mencionados que pueden aparecer como candidatas a los distintos gobiernos, pero eso no les garantiza que llegaran a ganar.
La realidad es que la mayoría de los partidos no postularán mujeres a los gobiernos estatales y salvo la panista de Chihuahua, si alcanza la nominación y algunas de las de MORENA si son postuladas, podrían convertirse en gobernadoras e integrar el selecto grupo de Griselda Álvarez, Beatriz Paredes, Amalia García, Ivonne Ortega, Claudia Pavlovich, Claudia Sheinbaum y Martha Erika Alonso.
Email: ramonzurita44@hotmail.com