Exfuncionarios a cargo de la Secretaría de Salud y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) son corresponsables en la epidemia de obesidad que se vive en México y que ha vuelto a los habitantes del país personas vulnerables durante la actual pandemia por la COVID-19, acusaron integrantes de la Alianza por la Salud Alimentaria.
Secretaría de Salud y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) son corresponsables en la epidemia de obesidad que se vive en México y que ha vuelto a los habitantes del país personas vulnerables durante la actual pandemia por la COVID-19, acusaron integrantes de la Alianza por la Salud Alimentaria.
Mediante un comunicado, organizaciones señalaron que los exsecretarios de Salud y estimulares de Cofepris “no implementaron políticas de salud pública recomendadas para combatir la epidemia de obesidad” y privilegiaron los intereses privados por encima de la salud pública.
A la par, criticó que ex funcionarios como Josefina Vázquez Mota, exsecretaria de Educación Pública (SEP) durante el sexenio de Felipe Calderón; Salomón Chertorivsky, exfuncionario durante la Presidencia de Enroque Peña Nieto; Pablo Kuri, exsubsecretario de Prevención y Promoción de la Salud; Mikel Arreola, excomisionado federal de Cofepris; y José Narro Robles, exsecretario de Salud entre 2016 y 2018, rechazaron política públicas a favor de la salud y favorecieron a la industria.
Añadió que “estuvieron en contra de sacar los alimentos chatarra de las escuelas, de tener una regulación efectiva en materia de publicidad dirigida a la infancia, y de promover un etiquetado de advertencia que realmente informara al consumidor“.
De acuerdo con la Alianza por la Salud Alimentaria, estos funcionarios mantuvieron una “oposición sistemática a las políticas públicas que pudieron haber marcado un ritmo diferente en materia de salud para la población”.
Por lo que acusó que su omisión “los hace corresponsables de la magnitud de las epidemias de obesidad y diabetes que convierten a la población mexicana en altamente vulnerable frente a la COVID-19.”
La Alianza por la Salud Alimentaria recordó que hasta antes de la llegada del virus SARS-CoV-2 a México, el país ya vivía una epidemia de obesidad y diabetes, lo que provoca que cada hora mueran 23 personas por sobrepeso, y uno de cada 10 adultos padezcan diabetes, padecimiento ligado a la amputación de miembros y ceguera.
Agregó que la razón principal de esta epidemia es el alto consumo de alimentos utraprocesados y la falta de políticas públicas para estar su consumo.
“Este panorama podría haber sido diferente si los funcionario que estuvieron a cargo de la Secretaría de Salud y la Cofepris en sexenios anteriores hubieran actuado a favor de la salud pública y no de los intereses comerciales de la industria de bebidas y comida chatarra”, sentenciaron.
EL PEDIDO DE EXSECRETARIOS
Apenas el pasado 9 de septiembre, seis exsecretarios de salud pidieron rectificar el rumbo en el manejo de la pandemia por la COVID-19, pues consideraron que esta está “fuera de control” y propusieron un plan nacional de dos meses que incluye, entre otras cosas, la aplicación de pruebas, medidas de contención y confinamiento estricto.
“Hay que decirlo: a seis meses de la pandemia la crisis sigue fuera de control. Hemos rebasado el escenario catastrófico planteado por el Gobierno federal y sabemos que este número puede ser tres veces mayor”, afirmó Salomón Chertorivski, presidente de la organización Pensando en México y secretario de Salud del 2011 al 2012.
El informe por Chertorivski, José Ángel Córdova, Julio Frenk, Mercedes Juan, José Narro y Guillermo Soberón, todos exsecretarios de Salud, concluyó que México está pagando una estrategia fallida que subestimó la gravedad de la pandemia de la COVID-19 que suma en México 642.860 contagiados y 68.484 muertos.
Es por ello que propusieron un plan nacional que consta de 14 recomendaciones como aplicar 127.000 pruebas semanales, además del uso obligatorio de cubrebocas en lugares públicos.
Entre los puntos que se deben atender están contar con más datos y de mejor calidad, realizar una campaña nacional de pruebas así como pruebas serológicas, mejorar la comunicación y aumentar el presupuesto en salud.
También proponen que se mejore y unifique la atención de los enfermos, que se promueva una disciplina social, contar con un plan de coordinación nacional donde exista cooperación de los gobiernos estatales con el federal.
LA RESPUESTA DE LÓPEZ-GATELL
Tras la declaración de los exfuncionarios, el actual Subsecretario de Salud y vocero del Gobierno federal durante la pandemia de COVID-19, Hugo López-Gatell, respondió que si tenían una fórmula para terminar la pandemia en seis u ocho semanas, deberían patentarla.
“No conozco el documento, les mando un saludo a los exsecretarios. Estaré muy atento… Una fórmula para resolver la pandemia de seis a ocho semanas, sería de gran valor. Podría dar lugar a una especie de patente porque eso se necesita en todo el mundo. China es el único país que ha declarado formalmente el final de la epidemia”, dijo el funcionario durante la conferencia en Palacio Nacional.
“No sé si la complejidad del documento les llevó mucho tiempo. Si hay una fórmula tan innovadora hubiera sido bueno presentarlo antes. La presentación del informe, tengo entendido, la auspició un partido político”, agregó López-Gatell.
lavanguardia