Por Manuel Díaz
“¡Es
la economía, estúpido!”
BILL
CLINTON
(En la elección de 1992 entre Bill
Clinton y George Bush Padre, la frase que llevó a la casa Oval a uno de los
mejores presidentes que ha tenido nuestro vecino del norte fue la acuñada por
su asesor económico James Carville)
Estamos en temporada electoral y AMLO
sabe que esta vez las cosas no le están saliendo como quisiera por eso todos
los días en su mañanera hace alusión a “logros” de su gobierno. Eso sí, ingenio
le sobra al presidente para hacer como que no viola la ley (recordemos que la
ley no permite que el presidente haga proselitismo ni presuma logros durante la
veda electoral).
Aunque para la ilegalidad a AMLO le
sobran recursos, le falla el tino con las cifras e indicadores económicos que,
usados con fines electorales, contrastan con la realidad y ponen en entredicho
su narrativa. Aunque sus seguidores los crean y les emocione el “despegue” la
realidad desafortunadamente es otra.
Bush: Popularidad contra la realidad
El presidente Bush gozaba de una gran
aceptación sobre todo por su política exterior, el fin de la Guerra Fría y la
Guerra del Golfo Pérsico, pero olvidó los problemas cotidianos y las
necesidades de los ciudadanos. Su única obsesión fueron los recortes
presupuestarios para rebajar su deuda, descuidando instrumentos de reactivación
económica. Esta pésima gestión económica provocó una importante reducción de
las inversiones privadas e incluso el cierre de algunas empresas, en su mayoría
pequeños negocios (cualquier parecido con el México actual es mera
coincidencia).
La política económica restrictiva de Bush
causó efectos contrarios a lo deseado: generó una paralización de la economía
al no incentivar a la inversión privada e impidió la creación de empleo y, con
ello, el aumento del consumo. Los pésimos resultados causaron su inevitable
derrota electoral.
Algo similar sucede en México, desde 2019
estamos en una preocupante recesión económica, acentuada por la pandemia y la
consecuencia es que el presidente y su partido estén en franca caída en las
preferencias electorales.
El “despegue y recuperación”
El pasado miércoles en su mañanera el
compañero, presidente y camarada dijo -como cuando aseguraba que se había
“domado” a la pandemia- que ya nos estamos recuperando:
“Se están cumpliendo los pronósticos de
crecimiento económico. Tanto las calificadoras como organismos financieros,
bancos y otro tipo de organizaciones dedicadas a las finanzas públicas y a las
finanzas en general coinciden de que vamos a crecer de 5 a 6% este año y que ya
nos estamos recuperando en crecimiento económico, en generación de empleos, que
está llegando inversión extranjera al país, somos los socios comerciales más
importantes de Estados Unidos. “En fin, son muy buenos los indicadores”.
La manipulación de las cifras
Recientemente, la Secretaria de Economía,
Tatiana Clouthier cometió ¿intencionalmente? una tremenda pifia al hablar sobre
la inversión extranjera directa (IED).
Clouthier informó que la inversión IED en
el primer trimestre del año ha crecido un 14.8% respecto al mismo periodo del
2020, lo que según datos preliminares representa el mayor volumen para un
primer trimestre desde que empezaron los registros en 1999.
Caben varias aclaraciones, para empezar,
quien publica el registro definitivo de ese indicador es el Banco de México,
que posee la metodología e información para elaborarlo.
En segundo lugar, hablar de un incremento
del 14.8% resulta engañoso. Porque para calcularlo, la Secretaría de Economía
compara la cifra preliminar de este año con la preliminar del mismo periodo del
año pasado. Pero, si se usan las cifras definitivas publicadas por Banco de
México para el primer trimestre de 2020, 16,750 millones de dólares, el flujo
de los primeros tres meses de este año supone una caída del 29%.
Incluso el subgobernador de Banco de México,
muy cercano a AMLO, Gerardo Esquivel, tuvo que aclarar las cifras “alegres” de
Clouthier.En su cuenta de twitter publicó: “ojo, el dato de la SE no es ni
incorrecto ni impreciso, es preliminar (e incompleto). Se ajusta conforme llega
nueva información. La cifra original es igual a la de Banxico. De hecho, por
ese ajuste no debe compararse preliminares con revisados”.
Otro subgobernador del Banco de México
impulsado por AMLO, Jonathan Heath, también aclaró que “la semana entrante
habrá mucha información: inflación (1T mayo), balanza comercial (abril),
Balanza de pagos (1T), IGAE (marzo), PIB (1T) y empleo (abril). Además, se
darán a conocer las minutas de la última decisión de política monetaria”.
En otras palabras, los dos
subgobernadores cercanos al presidente le corrigieron la plana a su jefe y a su
secretaria de Economía, porque las cifras pueden no ser como las quiere el
presidente o como se interpretan en la mañanera.
Precios
Julio Alfonso Santaella Castell,
presidente del INEGI, dio a conocer que, en marzo de 2021, el Índice Nacional
de Precios al Consumidor aumentó 0.83%, este sí es “el mayor incremento para
dicho mes desde 1999”.
Empleo
La encuesta sobre empleo del primer
trimestre de 2021 indica que la tasa de desempleo cerró en 4.4%, un aumento de
un punto frente al 3.4% del mismo lapso de 2020. La encuesta también registró
la disminución anual de 1.6 millones de población económicamente activa (PEA),
que pasó de 57 millones a 55.4 millones, es decir un aumento de 1.6 millones de
personas desempleadas, que incluso dejaron de intentar buscar empleo. No hay
trabajos.
Pobreza
Por su parte, el indicador de pobreza
laboral (porcentaje de la población con un ingreso por su empleo inferior al
valor de la canasta alimentaria) publicado por CONEVAL aumentó 3.8%, al pasar
de 35.6% (1T 2020) a 39.4% (1T 2021).
Deuda
Según información publicada por la propia
secretaria de Hacienda en los dos primeros meses de 2021, el Gobierno contrató
deuda en el exterior por 7 mil 226 millones de dólares, un7.9% arriba de lo
aprobado para este tipo de deuda. Lo que ha generado que la proporción del endeudamiento
externo pasara de 35.2% en febrero de 2020, a un 36.3% en febrero de 2021, la
proporción más alta registrada desde 2014.
Quieren celebrar que sube la bolsa se
celebra, aunque sea globalmente; festejan un crecimiento que no lo es u se
entusiasman con las cifras de organismos “neoliberales” -aunque manipuladas-
cuando les favorecen, pero cuando están en contra las descalifican porque
tienen “otros datos”.
“¡Es la economía, estúpido!”