La organización Reporteros Sin
Fronteras (RSF) difundió su más reciente Clasificación Mundial de la Libertad
de Prensa, donde nuestro país ocupa la posición 143, junto a países como
Myanmar, India, Camboya o Pakistán.
El informe, que aborda la
situación en 180 países y territorios, advierte que en México se mantiene la
complicidad entre policías y autoridades con el crimen organizado: “En este
país –como sucede con sus vecinos centroamericanos– persiste una complicidad de
políticos corruptos y autoridades (sobre todo locales) con el crimen
organizado, algo que va más allá del ámbito político y amenaza gravemente la
seguridad de quienes se dedican a la información”.
“El gobierno del presidente
Andrés Manuel López Obrador no ha logrado frenar la espiral de violencia contra
los periodistas ni poner fin a la impunidad en que permanecen los crímenes
cometidos contra ellos”, señaló.
La organización señala que en México, Honduras y Colombia les costó la propia vida en 2020 a 13 periodistas que, en su mayoría, habían investigado sobre la corrupción y el crimen organizado. “La impunidad de los crímenes contra los periodistas continúa alimentando el círculo vicioso de la violencia en la región”.
La ONG apuntó que durante el
último año se ha registrado un “palpable deterioro” del acceso y un aumento de
los impedimentos a la cobertura “por causa o con el pretexto de la crisis
sanitaria” debido a la pandemia de coronavirus.
La clasificación muestra a
Noruega en el primer puesto, seguida por Finlandia, Suecia y Dinamarca, en lo
que RSF describe como un “modelo nórdico”. En total, sólo doce países de los
180 analizados, el siete por ciento, cuentan con un entorno favorable para la
información, un grupo en el que también figuran Costa Rica, Países Bajos,
Jamaica, Nueva Zelanda, Portugal, Suiza, Bélgica e Irlanda.