Se trata de una palabra de origen inglés que se utiliza para definir a aquellas personas que consideran que su identidad u orientación sexual va más allá de la dicotomía hombre/mujer y de las clasificaciones. A veces se ha utilizado con propósitos despectivos, por ello hay personas que no lo aceptan, pero muchos jóvenes lo utilizan como un modo de autoafirmación. Actualmente se añade la Q para hacer referencia a este concepto a las siglas del colectivo LGTBI: LGTBIQ.