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DE FRENTE Y DE PERFIL RAMÓN ZURITA SAHAGÚN CHÁVEZ CARRASCO, UNA VIDA DESPERDICIADA

por Ramón Zurita Sahagún
07-07-2025

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Uno de los personajes más polémicos de los años recientes es el boxeador Julio César Chávez Carrasco.

Su estilo de vida no encaja dentro de lo tradicional, se puede decir que es un sujeto rebelde y opuesto al quehacer pugilístico.

Dentro de su actividad profesional ha sido castigado por razones diversas: uso de sustancias prohibidas, peso por encima de lo pactado para una pelea y por ser reacio a la preparación física que requiere su oficio.

Sin embargo, Chávez Carrasco en parte por su propia personalidad, pero también por ser hijo de uno de los grandes reyes del boxeo (Julio César Chávez padre) se ha forjado un nombre dentro del ambiente boxístico.

Era una figura prometedora y se frustró, precisamente, por su rebeldía y estilo de vida que devino en fracasos varios, que le fueron perdonados, sin que mostrara esa reacción necesaria dentro de esta actividad.

“Maravilla” Martínez, “Canelo” Álvarez, fueron dos de los boxeadores que detuvieron su ascenso dentro del ámbito boxístico y de ser una figura prometedora lo convirtieron en uno más de los boxeadores que no alcanzaron la meta prometida.

Con todo y ello, a Chávez Carrasco lo seguían promoviendo a pesar de tener una edad ya demasiado alta para un boxeador (39 años) y las peleas bien remuneradas le caían, aunque ya no con la frecuencia anterior.

Para cada uno de esos encuentros boxísticos, Chávez Carrasco, aseguraba que ahora si había entrenado lo suficientemente bien para salir victorioso, aunque no lo conseguía.

Su más reciente fracaso fue ante un personaje mediático, pero distante de ser un gran boxeador. Jake Paul, un influencer que decidió incursionar en el mundo del boxeo. Le fue mal al hijo de la leyenda y perdió por decisión, simplemente por no tirar golpes y guardarse para los últimos rounds, lo que no le alcanzó para que el jurado le diera la victoria.

Una vez más Chávez Carrasco tiró por la borda la oportunidad de sobresalir en el ambiente boxístico y para colmo de males le cayó encima la “migra” por no contar con los documentos en regla para estar en Estados Unidos.

Es curioso que se dieran cuenta en Estados Unidos hasta después de la pelea, varios días después de su estancia ilegal, pero también el gobierno mexicano se dio cuenta, dos años después, que había una orden de detención para el pugilista que lo asociaba con el crimen organizado.

Una acusación sobre tráfico de armas y vínculos con el cártel de “Los Chapitos” fue detonada dos años después de haber sido librada, sin que nadie pusiera atención en ello.

Lo curioso de esto es que Chávez Carrasco nunca negó la relación con los personajes que pertenecen a ese grupo delincuencial y, especialmente, con Ovidio Guzmán, actualmente detenido en Estados Unidos.

Y no tenía porqué negarlo, ya que una hija de su esposa, es precisamente hija de un hermano de Ovidio, Edgar que fue asesinado en el propio Culiacán, Sinaloa, hace 17 años.

El propio padre del boxeador confirmó que en Culiacán todos tienen nexos con los personajes de los grupos delincuenciales, se conocen, lo que no significa que participen en sus negocios.

Desde la detención por parte de las autoridades migratorias de Chávez Carrasco se han filtrado infinidad de historias, ciertas o no que deben investigar las autoridades mexicanas y deslindar responsabilidades del personaje acusado.


Email: ramonzurita44@hotmail.com


Email: ramonzurita44@gmail.com