El Presidente López Obrador designó a la Profesora Delfina Gómez Álvarez (Texcoco, 58) como Secretaria de Educación Pública. Un cargo que ha sido ocupado por hombres reconocidos, de la talla de Justo Sierra, José Vasconcelos, Víctor Bravo Ahuja, Jesús Reyes Heroles, Porfirio Muños Ledo, Fernando Solana, Agustín Yáñez, por recordar algunos de los más relevantes, otros no lo merecen.
Es la primera vez que el cargo lo ocupará una mujer, además, profesora, quien consigue, en esta lucha por la equidad de género, la oportunidad de demostrar en los hechos su aptitud, como lo ha hecho frente a grupos de alumnos de primaria y dirigiendo escuelas primarias.
Es un gran desafío, como lo ha sido para muchas mujeres ocupar cargos públicos, antes encargados exclusivamente a hombres.
Considero que juzgar a una mujer recién designada, a partir de sus supuestos antecedentes, usando los de la campaña negra del proceso electoral en que luchó como candidata a Gobernadora por el Estado de México, me parece misógino, por decir lo menos.
Ya se ve de donde salen. Me abstendré de relatar sus datos biográficos que son difundidos ampliamente. Puedo afirmar de su vocación magisterial, porque conocí de cerca el ejercicio de su capacidad profesional como profesora y directora de dos primarias en Texcoco.
Se dio a querer por sus alumnos, padres de familia, compañeros docentes, sindicato y autoridades. Es una mujer entregada con pasión a su trabajo. Ha adquirido experiencia política en diversos cargos de elección popular, destacaría la presidencia municipal de Texcoco, donde abrió paso a muchas mujeres que han seguido la carrera política.
Es una mujer ejemplarmente sencilla, nada ostentosa, con vida familiar austera, que serían atributos a destacar en la participación de la mujer en el gobierno. Sugiero, quien tenga posibilidad de ver algunos capítulos de la serie de TVNetflix: BORGEN, que muestra las dificultades que enfrenta una mujer en la política danesa, muy parecidas a las que ha enfrentado y seguirá desafiando la Maestra Delfina. Las mujeres han logrado avanzar, principalmente, en la vida parlamentaria y en los ayuntamientos.
Por ello se reconoce la apertura del Presidente López Obrador para dar oportunidades a más mujeres en la primera línea del Gobierno de la República, donde mayoritariamente habían brillado por su ausencia.
Recordemos que la Unión Interparlamentaria (UIP) ha respaldado las iniciativas de las Naciones Unidas para la lograr la participación de las mujeres en la política:
“El concepto de democracia sólo tendrá significado verdadero y dinámico cuando las políticas y la legislación nacional sean decididas conjuntamente por hombres y mujeres y presten una atención equitativa a los intereses y las aptitudes de las dos mitades de la población”. Así esperemos suceda en la Secretaría de Educación Pública con la Maestra Delfina al frente. ¡Éxitos!