El tabaquismo está vinculado a numerosas patologías, desde las cataratas oculares hasta el cáncer, cuyo riesgo se dobla en quienes tienen este hábito, y llega a cuadruplicarse en los fumadores empedernidos.
Además, es responsable de más del 90% de muertes por enfermedades de obstrucción pulmonar crónica y aumenta el riesgo cardiopatías y problemas cerebrovasculares.
Si fumas, debes ser consciente de que, además de estar dañando gravemente tu salud, también estás perjudicando la de los que te rodean, pues inhalan el humo de los cigarrillos y todas sus sustancias tóxicas de forma pasiva.
Dejar de fumar es siempre una buena decisión para tu salud y la de los tuyos. ¿Sabías que…?
- Tras 20 minutos sin fumar disminuye la presión arterial.
- Después de 12 horas el monóxido de carbono en sangre alcanza un nivel normal.
- A los 3 meses mejora la circulación de la sangre y la capacidad pulmonar.
- A los 9 meses disminuye el riesgo de infecciones, la sensación de falta de aire y la tos.
- Al año, el riesgo de enfermedad coronaria se reduce a la mitad.
- A los 5 años el riesgo de cáncer de cuello y de accidente cerebrovascular es igual que el de las personas no fumadoras, y el riesgo de cáncer de garganta, esófago, boca y vejiga disminuye a la mitad.
- A los 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón disminuye a la mitad.
- A los 15 años, el riesgo de enfermedad del corazón es parecido al de un no fumador.
Como ves, merece mucho la pena dejar de fumar. Además, ¿sabes que el aspecto de tu piel también mejorará? Tampoco te agotará subir escaleras, el olor de tu ropa será mucho más agradable, y mejorará tu sentido del gusto y del olfato.