La Universidad Nacional Autónoma de México tiene encomendada —dentro de sus tareas sustantivas— la difusión de la cultura. Esta semana se llevó a cabo el Primer Coloquio Internacional de Primavera, La Humanidad amenazada, ¿Quién se hace cargo del futuro?
Se retomó la tradición universitaria de los Coloquios de Invierno y Primavera, organizados en el siglo pasado, que convocaron a mentes brillantes de todo el orbe. Ejemplo de ello, en 1992, los universitarios escucharon la conferencia inaugural impartida por Carlos Fuentes entorno a la situación mundial y la democracia.
El coloquio fue organizado por el Programa Universitario de Gobierno, que conjuntó el esfuerzo académico de las facultades de Filosofía y Letras, Derecho, de Estudios Superiores Acatlán, Economía y Ciencias Políticas.
El segundo día estuvo a cargo de la Facultad de Derecho para desarrollar el tema El derecho humano al futuro, con la participación de grandes personalidades.
La primera conferencia magistral estuvo a cargo del doctor Juan Ramón de la Fuente, exrector de la UNAM y embajador de México ante las Naciones Unidas, quien explicó a detalle el papel de México en el Consejo de Seguridad y destacó que un tema de interés para nuestro país es el tráfico de armas, pues si bien los fabricantes son particulares, los Estados son los que toleran dichas situaciones.
Por su parte, el rector de la Universidad de Salamanca, doctor Ricardo Rivero Ortega y Doctor Honoris Causa de nuestra universidad, comentó que el problema no es el futuro, sino el presente, puesto el corto plazo no nos deja pensar en el largo. Dijo que los juristas hacen su trabajo propiciando leyes y sentencias que reconocen y obligan a respetar los derechos humanos de los que vendrán. Además, recomendó no hacer caso de profecías apocalípticas, pues la historia está llena de ellas y por lo regular siempre son fallidas.
La Premio Nobel de la Paz, doctora Rigoberta Menchú Tum, aseguró que cuando hablamos del mejoramiento de las condiciones humanas en el futuro, necesariamente debemos mirar al pasado profundo, hasta el origen de nuestras civilizaciones, para recordar la importancia de generar consensos y fuerza en beneficio de las sociedades.
El panel final estuvo a cargo de los doctores Julieta Morales, Sergio García Ramírez y Diego Valadés, quienes ilustraron con sus conclusiones a la concurrencia que abarrotó a un Auditorio Alfonso Caso para escuchar a tantas personalidades.
El derecho humano al futuro es aceptar que las generaciones futuras —aun las no nacidas— tienen el derecho a que nuestra generación trabaje para garantizar que podamos heredarles un mundo que tenga condiciones plenas para permitirles una vida digna.
Conviene recordar que el derecho al futuro no sólo implica procurar un desarrollo sustentable, la promoción, preservación y mejoramiento del medio ambiente, a que haya agua limpia y suficiente, o atender la amenaza del cambio climático.
Se deben estudiar y proponer respuestas a las recurrentes crisis de seguridad económicas, sanitarias, humanitarias —como la migración—, las guerras, el populismo y el debilitamiento de las democracias, la pobreza extrema, el crimen organizado internacional, y desde luego, educativas, ya que garantizar educación suficiente y de calidad es contribuir a la solución de las causas de las más adversas problemáticas.
Se concluyó que ante la hipótesis del coloquio: “¿Quién se hace cargo del futuro?”, la respuesta debe ser: Nosotros mismos, porque no podemos dejar que los gobernantes solos sigan poniendo en riesgo a la Humanidad.
Como Corolario, la frase del filósofo español Miguel de Unamuno: “Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado”.
