La paja en el ojo ajeno o el cinismo en su máxima expresión. Lo que sea. Pero mientras vemos que en la llamada Cuarta Transformación cacarean desde el obradorato que ellos no son iguales y que no hay que despilfarrar los recursos públicos, Ricardo Monreal tiene una herramienta de trabajo muy peculiar: un helicóptero privado que usa para trasladarse sin contratiempos y llegar puntual a sus citas.
Dije “herramienta” de trabajo sin que sea invento mío. El acompañante del líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, el también morenista Pedro Haces, dijo que el helicóptero privado que los transportó a ambos, es una herramienta laboral, así como usted y yo usamos una computadora o un teléfono móvil. Pa qué tanto escándalo, pues.
La bronca es que sí hubo escándalo.
En redes sociales el mentado helicóptero dio mucho de qué hablar, de tal forma que un día después, en la conferencia del pueblo que diariamente ofrece la presidenta Sheinbaum en Palacio Nacional, la mandataria le dio su jalón de orejas a Monreal y dijo que los morenistas deben ser un ejemplo para la sociedad y que no debe haber “un gobierno rico con pueblo pobre”.
La mandataria añadió:
“Es una decisión de él, yo siempre he pensado que nosotros debemos ser un ejemplo a la sociedad y no debe haber gobierno rico con pueblo pobre, creo esa es la manera en la que nos comportamos y creo que todos debemos dar un ejemplo”.
Por su parte, Monreal ofreció disculpas a través de sus redes sociales y prometió que “no se iba a repetir”.
Y no, no debe repetirse.
Mejor la presidenta puso el ejemplo y viajó a Brasil en avión comercial, sin muchos acompañantes, con poco equipaje y a lo que iba: a trabajar y a proponer cosas interesantes en la cumbre de líderes del G20.
El ex gobernador de Zacatecas empezó este sexenio con una marca que no tan fácil se le podrá borrar.
Ya sabíamos que Claudia Sheinbaum iba a tener que cargar con varios hijos desobedientes, que a la primera se le iban a salir del huacal y Monreal ya dio la nota. Más vale que en el futuro se porte mejor porque sus malquerientes, que no son pocos, lo van a traer a mecate corto, recordando que en pasado hizo varios berrinches, como en el 2017 que amagó con salirse del partido por haber perdido la encuesta para la jefatura de gobierno capitalino, donde, por cierto, Sheinbaum resultó ganadora.
De ahí pa'l real, ha vivido en forzada sumisión, primero frente a AMLO y ahora frente a la primera mujer que llega a la presidencia, de quien ya tuvo su primer regaño público.
Hay que enseñarle a Ricardo a usar transporte público, andar en moto (ya se subió también a una) o de plano, si le gustan las alturas, que use el cablebús, pero helicópteros privados, ya no.