Britney Spears se opone a la tutela bajo la que vive desde hace más de una década y ha dicho que este sistema es tan restrictivo que, entre otras cosas, le prohibía salir con ciertas personas y no le permitía escoger el color de los gabinetes de su cocina.
De acuerdo con un reportaje de The New York Times. “Ella ha dicho que siente que la tutela se ha tornado en una herramienta oprimente y controladora en su contra”, dijo un investigador, de acuerdo con documentos confidenciales obtenidos por el periódico. Para Britney, el sistema tenía “demasiado control”.
El informe también escribe que la estrella del pop quiere que se termine la tutela, como dijo el investigador de la corte "está 'harta de que se aprovechen de ella' y dijo que es la que trabaja y gana su dinero, pero todos los que la rodean están en su nómina".
También detallan la frustración de Britney con su falta de independencia financiera, destacando específicamente cómo quienes la rodeaban controlaban sus gastos.
Según el diario, la cantante le dijo al investigador de la corte que estaba acompañada por seguridad en todo momento y ellos, junto con su asistente, determinan cuándo puede usar su tarjeta de crédito.
El investigador informó que estas condiciones hicieron que la cantante de 39 años "se enojara mucho" y que creía que su papá estaba "obsesionado" con controlarla.