El gobierno federal destinó 376 mil 327.5 millones de pesos el año pasado para el desarrollo de zonas rurales donde la producción agrícola es prioritaria. Si bien, para ese fin se contaron con más recursos de los que en un inicio fueron aprobados por el Congreso, se redujo el gasto para los proyectos de competitividad e infraestructura.
Datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Púbico exhiben que el año pasado el programa especial concurrente para el desarrollo rural ejerció 41 mil 99.9 millones de pesos más, respecto a los que se le aprobaron en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021.
El de desarrollo rural tiene el objetivo de incrementar la productividad y competitividad agroalimentaria y pesquera del país, con el fin de promover el bienestar de la población rural, así como incorporar al desarrollo nacional a las zonas de alta marginalidad, a la población indígena y afromexicana, define el gobierno federal.
Si bien hubo recursos por arriba de los aprobados en el Congreso para temas ambientales, de educación, transferencias monetarias de la política social, de salud, agrarios y administrativos; las inversiones para fomentar la producción y la infraestructura fueron recortadas.
Desde la aprobación del presupuesto, los recursos destinados a fomentar la inversión y productividad eran menos de un peso de cada 10 que iban para el programa especial concurrente para el desarrollo rural (9.25 por ciento), pero concluido el ejercicio fueron 7.6 por ciento.
Hacienda informa que de 31 mil 25.4 pesos presupuestados e terminaron ejerciendo 28 mil 748 millones para promover la competitividad del campo mexicano, debido a que hubo menores recursos para el programa precios de garantía, que opera seguridad alimentaria.
Los 3 mil 501.4 millones de pesos que se recortaron a ese programa no fueron compensados con los ejercidos en fertilizantes, producción para el bienestar y fomento a la agricultura, ganadería, pesca y acuicultura y sanidad e inocuidad agroalimentaria.