Por Fabián Jiménez N.
El Consulado de México en Houston fue sede del
evento inaugural del ‘Houston Día de Muertos’, una celebración que trasciende
fronteras.
Este evento no solo rinde homenaje a nuestras
queridas tradiciones, sino que también invita a la comunidad a participar en
eventos que te llevan en un viaje cultural que celebra la vida y la memoria de
aquellos que han partido. En este evento se tuvo la presentación de una pieza
de la artista Jatziri Barrón, para celebrar y conmemorar a las mujeres en el
contexto del día de muertos.
‘La participación de Mauricio Navarro al
considerar a la Casa México sede para organizar este evento ha sido
enriquecedor para celebrar la diversidad y la riqueza de nuestras raíces’, dijo
María
Elena Orantes, Cónsul General de México en Houston.
Esta tradición es para celebrar el Día de
Muertos con toda la comunidad mexicana, celebrando con música, danzas, desfile
de catrinas, calaveritas literarias y comida típica de México.
Todo esto en un ambiente de alegría, sabores y
nostalgia.
‘Agradecemos a todos nuestros aliados y los
participantes por hacer de este Día de Muertos una celebración para mantener
vivas nuestras costumbres y tradiciones’, finalizó.
Celebración de Día de Muertos
Día de Muertos, tradición mexicana que
trasciende en el tiempo
Día de Muertos, una celebración a la memoria y
un ritual que privilegia el recuerdo sobre el olvido.
En la época prehispánica el culto a la muerte
era uno de los elementos básicos de la cultura, cuando alguien moría era
enterrado envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta con el
fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán. De igual forma le colocaban comida
que le agradaba en vida, con la creencia de que podría llegar a sentir hambre.
El Día de Muertos en la visión indígena
implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan
a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y para nutrirse
de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su
honor.
En esta celebración de Día de Muertos, la
muerte no representa una ausencia sino a una presencia viva; la muerte es un
símbolo de la vida que se materializa en el altar ofrecido. En este sentido se
trata de una celebración que conlleva una gran trascendencia popular ya que
comprende diversos significados, desde filosóficos hasta materiales.
Su origen se ubica en la armonía entre la
celebración de los rituales religiosos católicos traídos por los españoles y la
conmemoración del día de muertos que los indígenas realizaban desde los tiempos
prehispánicos; los antiguos mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas,
tlaxcaltecas, totonacas y otros pueblos originarios de nuestro país,
trasladaron la veneración de sus muertos al calendario cristiano, la cual
coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz, principal cultivo
alimentario del país.
La celebración del Día de Muertos se lleva a
cabo los días 1 y 2 de noviembre ya que esta se divide en categorías: De
acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a Todos los
Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre
a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos.
Cada año muchas familias colocan ofrendas y
altares decorados con flores de cempasúchil, papel picado, calaveritas de
azúcar, pan de muerto, mole o algún platillo que le gustaba a sus familiares a
quien va dedicada la ofrenda, y al igual que en tiempos prehispánicos, se
coloca incienso para aromatizar el lugar.