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Diablos gana la serie a Pericos

por Redacción
17-05-2022

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Juan Carlos Gamboa definió un partido de ensueño: empatado, última entrada, conectó jonrón de dos carreras. Así Diablos Rojos (10-11) derrotó 4-2 a Pericos de Puebla (12-9) y ganó la serie en el estadio Alfredo Harp Helú.

Un domingo plácido, familiar y cálido donde los serpentineros hicieron el juego. Dos dominicanos abrieron, uno por cada equipo. Por Diablos, Francis Martes; por Pericos, Gabriel Ynoa. Ambos lanzaron entradas limpias y rápidas. Un duelo de lanzadores en el que dominaron a sus respectivos rivales al bate. Los más apasionados de la pelota salivaban por uno de esos juegos artesanales de pitcheo y sin carreras en la pizarra.

Pero Diablos rompió el tono y en la tercera entrada conectó el primer hit del partido. Moisés Gutiérrez bateó un triple, una rola al jardín central, que el guardabosques de Pericos, Peter O’Brien, no pudo resolver por un rebote.

Al pítcher del Puebla se le salió de las manos esa entrada. Casa llena por lanzamiento descontrolado y un pasaporte. La ocasión queda-ba inmejorable para los pingos y el encargado de aprovecharla fue Japhet Amador.

Las gradas enloquecieron. Cada que Amador acude a la caja de bateo la legión escarlata se estremece de emoción. El gigante de Mulegé se mueve con cadencia lenta para poner en marcha su 1.93 de estatura y 120 kilos de peso, pero cuando enciende toda esa masa se convierte en una mole vertiginosa que intimida.

Amador resolvió la entrada con un sencillo productor de dos carreras. Otra vez una pelota en línea rasa que el jardinero central O’Brien no pudo manejar y causó las carreras de Moisés Gutiérrez y Alejandro González.

Vino la respuesta inmediata de Pericos en la siguiente entrada con un jonrón de Danny Ortiz que ensució el trabajo del pítcher escarlata Francis Martes, quien se fue con seis entradas y dos tercios, dos hits, una ca-rrera por jonrón y nueve ponches.

Llegó el momento del relevo al montículo por Diablos. Edwin Fierro subió a tirar el último tercio de la séptima entrada y el primer lanzamiento fue terrible: un jonrón de O’Brien que empató el juego a dos carreras por equipo.