La alimentación es una de las bases para el control de la diabetes e influye de manera importante en los niveles de azúcar de estos pacientes. Y aunque este post está especialmente dirigido a las personas con diabetes con motivo de la conmemoración, el próximo domingo, del Día Mundial de la Diabetes, todos debemos ser conscientes de que una mala alimentación puede ser la causa de la aparición de diabetes tipo 2. Tal es la influencia que los alimentos tienen en nuestra salud y bienestar.
Pero vamos a poner algunos ejemplos más concretos. Estudios científicos confirman que el consumo de granos integrales, en lugar de arroz blanco, podría reducir el riesgo de diabetes en un 36 % o que incluir nueces, al natural o tostadas, en nuestra dieta diaria ayuda al control de la glucosa y los lípidos en la sangre. Si bien es cierto que, en el caso de las personas con diabetes, el control de su dieta tiene que ser mucho más estricto, puesto que las consecuencias pueden ser inmediatas y también más peligrosas.
Frutas y verduras ricas en vitamina A, C y D son clave para una dieta equilibrada en general, pero para las personas con diabetes tiene un valor especial puesto que las dos primeras son buenas para la piel, ayudan a sanar rápido heridas y a formar tejido cicatricial. En el caso de la vitamina A, ayuda a mejorar la visión y los trastornos oculares tales como la degeneración macular senil, el glaucoma y las cataratas y la vitamita C es uno de muchos antioxidantes o nutrientes que bloquean el daño causado por los radicales libres, responsables del proceso de envejecimiento y enfermedades como el cáncer, la cardiopatía y la artritis.
En el caso de la vitamina D, según una investigación científica reciente, su consumo aumenta la función de las células productoras de insulina en pacientes pre-diabéticos y ayuda a mejorar los niveles de hemoglobina A1C. La ingesta de vitamina D, presente en alimentos como lácteos, huevos, champiñones o aguacate, mejora la calidad de las células beta, productoras de insulina y responsables de metabolizar los azúcares, entre un 15 y a un 30 por ciento.
Todos los alimentos con un alto porcentaje de fibra son clave. La fibra soluble ayuda a regular los niveles de glucosa en la sangre y la presión sanguínea. La fibra ofrece sensación de saciedad. Por ejemplo, una naranja mediana contiene aproximadamente 62 calorías y 3.1 gramos de fibra. Esto la convierte en una alternativa estupenda para una merienda nutritiva que nos mantendrá llenos hasta la próxima comida, ayudándonos también en el control de peso.
El consumo de ácidos grasos Omega-3 también es muy recomendable, puesto que reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Y en el caso de ya tener esos niveles altos de azúcar en sangre, estos ácidos contribuyen a reducir la presión arterial y bajar el nivel de triglicéridos.
10 alimentos ideales para personas con diabetes
- Frutas cítricas: naranjas, limas y limones
- Vegetales de hoja verde oscuro: espinacas, coles verdes o berzas y coles rizadas
- Bayas y frutos rojos: arándanos, fresas, frambuesas y moras
- Pescado azul: salmón, atún, sardina, trucha, anchoa e hígado de bacalao
- Lácteos bajos en grasa
- Tomates
- Nueces
- Boniato
- Alubias/frijoles/judías: pintas, rojas, blancas o negras
- Cereales integrales: trigo o salvado