Tener la pintura de Palas Atenea, de Rembrandt van Rijn, en el Museo Nacional de Arte (Munal) es una experiencia única e irrepetible, a partir de hoy y hasta el 29 de mayo. Desde que el Centro Cultural Arte Contemporáneo de Televisa presentó obras invitadas de colecciones extranjeras, no se tenía en México una obra de este formato y de esta envergadura.
Quien aparece retratada en el cuadro como la diosa de la sabiduría y protectora de los guerreros es Hendrickje Sttofels, la última compañera de vida y madre de su hija Cornelia. Nunca se casaron porque la esposa del artista, Saskia Rombertusdochter van Uylenburgh, determinó en su testamento que si Rembrandt volvía a hacerlo, se invalidaría la dote que le había dejado, precisa el curador Héctor Palhares.
La obra de mediano formato procede de una colección particular europea y se presenta en la exposición de gabinete La diosa de la casa de Rembrandt. Se trata de una muestra pequeña integrada por dicha pintura, dos dibujos, una estampa del pintor y un retrato de Rembrandt, de cuando tenía unos 25 años de edad, atribuido a Gerrit Dou, quien era uno de sus discípulos más destacados.