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Dispareunia (masculina y femenina)

por Redacción
21-10-2021

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Dispareunia es el término que recibe la experiencia sexual dolorosa. Se define como una disfunción sexual, ya que impide o interrumpe el desarrollo de relaciones sexuales satisfactorias.

Etimológicamente quiere decir “mal coito” o “coito dificultoso”, y es un concepto acuñado en 1874 por un médico de apellido Barnes, quien buscaba describir todos los procesos dolorosos que interfieren con el coito.

Precisamente, la principal característica de la dispareunia es el dolor en la zona genital, específicamente durante el coito o en el momento previo a este. Se trata de una disfunción que pueden presentar tanto las mujeres como los hombres, siendo en estos últimos muy poco común.

Por lo anterior, la dispareunia ha sido también conocida como coitalgia, término que hace referencia a las molestias producidas antes o durante el coito. Dichas molestias pueden ser leves pero también llegar a ser muy dolorosas, impidiendo en cualquier caso disfrutar plenamente de las relaciones sexuales.

Otras formas comunes de nombrar esta disfunción sexual son  “dispareunia vaginal”,  “dolor sexual” en la mujer o en el hombre, o “trastorno sexual por dolor”, siendo estos últimos defendidos por varios especialistas, en contraposición con “dispareunia”.

Las causas de la dispareunia pueden ser de tipo psicológico, o bien puede producirse debido a enfermedades médicas o por los efectos de sustancias (fármacos, alcohol y otras sustancias psicoactivas). Tal como ocurre con otras disfunciones sexuales, la dispareunia puede tener causas predominantemente psicológicas, predominantemente orgánicas o mixtas.

Causas orgánicas

Entre las causas orgánicas de la dispareunia femenina, Cancelo Hidalgo y Castelo-Branco (2005) señalan alteraciones del anillo himeneal y alteraciones hormonales relacionadas con los receptores de estrógeno del tracto genito-urinario. Entre otras cosas, esto puede generar una sequedad vaginal excesiva y una modificación del pH, aumentando la propensión al desarrollo de infecciones.

Así mismo, enfermedades sistémicas pueden estar en el origen del dolor experimentado antes o durante el coito. Por ejemplo, enfermedades de tipo vascular que interfieren con la lubricación vaginal y la actividad del clítoris o traumatismos, enfermedades y fracturas de pelvis.

Por su parte, la dispareunia masculina suele presentarse durante la erección o la eyaculación, y las causas orgánicas pueden ser los espasmos de músculos perineales, infecciones peneanas y de la uretra, irritaciones o alergias en el pene y falta de elasticidad de prepucio, entre otras.

Causas psicosociales

Por su parte, los psicólogos y psiquiatras Farré Martí y Lasheras Pérez (s/a) han encontrado que la dispareunia está provocada por factores educativos, traumáticos, relacionales y psicopatológicos.

Ejemplo de los primeros es haber recibido una educación culpabilizadora o errónea sobre la sexualidad, lo cual incrementa la ansiedad y el temor hacia el coito. En cuanto a los factores traumáticos, la causa de la dispareunia puede ser haber tenido una experiencia de violencia sexual o haber presenciado alguna.

Los factores relacionales hacen referencia a los conflictos con la pareja actual o incompatibilidad sexual manifestada, por ejemplo, en poca estimulación previa al coito. Finalmente, factores como trastornos depresivos y ansiosos pueden interrumpir la satisfacción sexual causando relaciones dolorosas.

Dispareunia femenina

La dispareunia afecta aproximadamente a 10-15 % de mujeres en edad fértil que tienen una vida sexual activa. La cifra aumenta en mujeres que tienen más de 50 años, llegando a afectar hasta a 43.5 % de ellas en algún momento del ciclo vital.  

El dolor propio de la dispareunia puede producirse en la entrada de la vagina o en la profundidad, y puede ser punzante o sordo. También puede haber irritación o escozor y en ocasiones puede extenderse hacia la zona baja de la espalda.

Como decíamos, las causas pueden ser predominantemente orgánicas, predominantemente psicosociales o mixtas. Las primeras están relacionadas con el aparato genitourinario femenino, y las segundas con factores educativos, experiencias previas y el estado psicológico.