Sin sorpresas y con aspavientos previsibles en Morena y el Frente Amplio por México, ya sabemos que de las dos mujeres elegidas para encabezar sus coaliciones habrá de salir nuestra próxima presidenta de la República. Muy celebradas ambas nominaciones y se espera una muy interesante campaña, mucho más interesantes debates y, por supuesto, su capacidad de análisis para decisiones estratégicas y tácticas para llegar a la famosa Silla del Águila.
En este contexto, y antes de pasar a la construcción de un análisis del perfil político de las contendientes, en esta entrega hablemos del sexo opuesto, los hombres que jugarán en la sucesión sin ser precisamente los candidatos, pero cuya actuación podría incidir de manera significativa en los resultados.
Claro, en primer lugar, del actual presidente de la República, quien aunque haya entregado el “bastón de mando” seguirá remando, pues su figura y liderazgo sobre pasan cualquier barrera que quiera limitarla. Nadie puede asegurar que no meterá las manos, cuando claramente el aparato de Estado/gobierno/partido sigue operando a diestra y siniestra en pro de la 4T, como en sus mejores épocas lo hiciera el PRI.
Delicado el tema, independientemente de lo ilegal es lo ético político, porque si algo pugnó la izquierda electorera durante décadas fue que no hubieran elecciones de Estado, orquestadas por el presidente en turno. Retroceso y autogol porque en caso de una derrota contundente, a pesar del Estado/gobierno, podríamos correr el riesgo de un régimen más autoritario y descarado en un futuro mediato.
Por lo pronto, los deseos del presidente se hacen realidad. Y vean si no, el tablero de su sucesión parece cumplirse a cabalidad como él la deseó desde un principio. Un 10 de junio de 2020, preguntaba en su mañanera:“¿Para qué tantos partidos?, debería de haber dos: partido liberal y partido conservador y ya”. A tres años, su deseo se estaría cumpliendo al conformarse dos grandes coaliciones, cuyo eje rector es el pragmatismo por encima de las ideologías, en el cual convergen lo mismo izquierdistas-progresistas que derechistas-conservadores.
Tenemos, en primer lugar, a la alineada alrededor del partido Morena, PT y PVEM (pro-vida), y del que también han formado parte los extintos partidos Encuentro Solidario (confeso cristiano) y Redes Sociales Progresistas (el cual uno de sus dirigentes ahora es confeso promotor de Verástegui). Y en el otro, los que han conformado el Frente Amplio por México, cuyo punto de unión y casi único es estar en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, donde están los socialdemócratas PRI y PRD y la derecha del PAN, más una cadena de organizaciones adherentes ubicadas en la llamada neoderecha internacional.
El presidente consideró hace tres años que con un bipartidismo se acabarían las competencias simuladas y las alternancias en falso como las que se dieron entre PRI y PAN y PAN y PRI. ¿Hay lugar para un tercero? En este momento, aunque Movimiento Ciudadano o algún otro quisiera jugarla fuera, no pasaría de ser una fuerza marginal.
En segundo lugar estarán los hombres coordinadores de campaña, que según han informado, para Xóchitl Gálvez estará Santiago Creel Miranda, casi olvidado buen consejero ciudadano del entonces IFE, sobre quien pesan dos grandes cuestionamientos como secretario de Gobernación: la apertura anticonstitucional (que sigue operando aún en día) a los casas de juego con apuestas y el desvío de recursos del fondo de desastres y de protección civil. Fue un frustrado aspirante panista a la precandidatura presidencial, quien fuera derrotado por el otrora hijo desobediente del foxismo, Felipe Calderón.
Con Claudia, de acuerdo con trascendidos, estará Adán Augusto López Hernández, su ex contrincante interno en Morena, quien más invirtiera en su promoción y quien saliera más vilipendiado por un pésimo equipo de propaganda (comandada por el español Abraham Mendieta y la diptuada Andrea Chávez). Sin embargo, en elecciones abiertas, los López Hernández no han perdido una en su natal Tabasco. Acompañado de personajes políticos poco presentables en su aspiración presidencial, como lo fueron sus coordinadores de campaña y de enlace (señalados públicamente de pactos oscuros), Adán representa los ojos y manos de Andrés Manuel López Obrador y sus decisiones habrán de ponderarse y estar atentos si son respetados por la candidata morenista.
Quien quiere jugar en serio es Marcelo y su “Movimiento Progresista”, el cual como anticipamos la semana pasada, busca derivar en un nuevo partido con lo que pueda pescar de los inconformes de Morena; pero en su contra está la pregunta: ¿es principio de una regeneración política urgente y necesaria? No, no ofrece nada distinto a las dos mujeres encumbradas y por tanto su mal tino político y la dilación en sus decisiones lo ha comenzado a desfondar su propio proyecto, al que acompañaban algunos gobernadores, importantes alcaldes y legisladores locales y federales.
Ebrard está claro que sin la omnipresencia de Andrés Manuel, el partido Morena no tendría capitán y él quiere asumir dicho cargo por encima de la figura de Sheinbaum, algo netamente imposible. El tiempo se le fue jugando a la especulación, al más puro estilo camachista, dejándose querer por MC y luego por una aventura independentista condenada a la derrota. A menos que tenga una carta bajo la manga, entonces su cuarta resurrección sería posible, si no, pues sus simpatizantes y potenciales votantes habrían emigrado hacia Xóchitl Gálvez.
Un punto y aparte están los estorbos, esos varones que quieren jugar en el proceso con iniciativas propias y desparramadas campañas que en lugar de atraer más simpatizantes son más los que repelen, como la grandiosa foto de Xóchitl con los ex gobernadores y dirigentes del viejo PRI; el protagonismo del ex presidente Fox o los arrebatos personales de Fernández Noroña y algunos morenistas que quieren quedar bien con Claudia.
Los hombres del dinero jugarán en la sucesión presidencial, para bien o para mal. Contra lo que muchos afirman, el alineamiento está dividido, pero con ventaja a Claudia Sheinbaum, con quienes fincan muchas esperanzas y continuidad en las grandes obras de infraestructura y de tecnología.
Por supuesto, mucha atención a los señores del narco, parafraseando a Adela Hernández, quienes siguen moviéndose en varios estados del país a golpes de alto impacto y desplazamientos sociales. Los hechos en Zacatecas, NL, Sonora, Chiapas, Veracruz, Puebla, Michoacán y Guerrero no son aislados ni ajenos a la dinámica política nacional y así debe analizarse.
El proceso electoral 2024 arrancó y los equipos de las candidatas presidenciales comienzan a realizar ajustes de tuercas. Para entonces, convendría realizar un balance de fuerzas y de las armas con que podrían contar para ganarse al electorado. Hasta entonces, gracias, buenas tardes.
René Bejarano y Omar García Harfuc… Le preguntan al otrora llamado “Cacique del Altiplano” qué pensaba de la eventual candidatura de Omar García Harfuc, respondió: “El otro día escuché a alguien que no puedo decir su nombre dijo: rómpase en caso de incendio” y es una posibilidad que no se puede descartar”, considerando que Morena no pudiera tener garantizada la victoria. Sin embargo, tanto en Morena como en las bases sociales de apoyo, la ruta es Clara Brugada, por encima de cualquier intento de imposición desde la presidencia de la República, la jefatura de gobierno de Batres o la dirigencia del partido en la CDMX, donde dicen que manda “Andy”, y que en meses pasados anduvo placeando demasiado a Mario Delgado por varias alcaldías.
Petro y Boric y sus mensajes a AMLO… Para analizar con cuidado los discursos que dieron los presidentes de Colombia y Chile al mandatario mexicano en su gira por Sudamérica. El colombiano le expuso sobre el doble discurso de la guerra antidrogas: “Hipócritas, esos políticos que condenan las drogas, en las convenciones, en los congresos, aquellos que se saludan con el Zar antidrogas, pero en corto se reúnen con los narcotraficantes, ellos (narcos) compran presidentes, senadores, gobernadores, hacen narco estados”. Y el chileno le recordó: "Allende, igual que Madero, apapachó a los cuervos que le sacaron las tripas. No sé si me explico".