El rostro de Enrique Francisco Galindo Ceballos como alcalde electo no es el mismo rostro descompuesto que en junio del 2016 detalló la participación de la Policía Federal (PF) en el enfrentamiento en Nochixtlán, Oaxaca. El de ahora es un rostro amable y aquél, era de una actitud frontal, a la defensiva.

No son menores los asuntos en los que el ex comisionado de la PF está relacionado: Tanhuato, Nochixtlán, Apatzingán, e incluso la participación de esa corporación en la desaparición de 43 estudiantes en Iguala, Guerrero (caso Ayotzinapa); todos con graves señalamientos de violación a derechos humanos, es por ello que existe una expectativa incierta en cuanto al respeto a derechos humanos, en la siguiente administración.

Guillermo Luévano Bustamante, defensor de derechos humanos y analista político, expresa ese pronóstico reservado, por la frecuente asociación del alcalde electo con conductas que “no se apegaron a los protocolos de respeto a derechos humanos”, mientras fue comisionado de la PF.

También sería un reto, ajustarse a las diferencias programáticas de los partidos que lo llevaron a ser funcionario electo (PAN-PRI-PRD-PCP), para lo que deberá integrar las diferentes perspectivas, con fundamento en la ideología de estos partidos, sobre el respeto a derechos humanos.

Para el investigador académico, las primeras acciones en las que se percibirá la línea del edil electo en materia de derechos humanos, serán: los protocolos de actuación de seguridad pública, por ejemplo en la prevención de detenciones arbitrarias; el tratamiento con comerciantes ambulantes, “a veces hay políticas de garrote, de retiro sin respeto a protocolo, sin negociación, sin ofrecimientos”.

La atención a grupos vulnerables: mujeres, niños, niñas y adolescentes, grupos indígenas y personas con discapacidad, para este último grupo existen compromisos del Estado Mexicano para garantizar la movilidad de personas con discapacidad, tema que le tocaría directamente atender a las municipalidades.

“Hay una deuda que deja el municipio saliente con el tema de las mujeres y el tema de los grupos indígenas”, por ello habría que prestar especial atención a las determinaciones que se tomen respecto de las direcciones de la Mujer y de Atención a Grupos Indígenas.

Y LA LIBERTAD DE PRENSA

Otro derecho que queda vulnerado con la administración saliente y que, para quienes lo ejercen, mantiene expectativas reservadas es la Libertad de Prensa. 

“Vamos saliendo de un periodo de mucha hostilidad y maltratos a quienes cubren esa fuente en tierra y no solo por parte del alcalde saliente (…) fue un gabinete muy hostil y amurallado, quizá por el entorno político…lo que no es justificación”, señala Maria José Puente Zavala, integrante de la Red de Mujeres Periodistas.

Otra periodista, que prefirió no revelar su nombre, prevé una época complicada: “siento que se puede venir una época complicada, no sólo para el periodismo y la libertad de prensa, también para la defensa de derechos humanos y lucha de víctimas”.

Y estas percepciones contrastan con el discurso de Galindo Ceballos como candidato, pues en su discurso reflejó un gran conocimiento de temas de género y derechos humanos, lo que desconcierta, porque como comisionado enfrentó opositores al régimen sin respeto a derechos humanos.

Una primera señal para el gremio será la Coordinación de Derechos Humanos, qué va a pasar con esta instancia, quién la encabezará y qué papel jugará en la administración, lo ideal sería que mantenga distancia crítica de las acciones del funcionariado y dar seguimiento a las quejas por violaciones ocurridas al interior del Ayuntamiento.

“Creo que hay una expectativa muy en particular para esta administración por el pasado del alcalde en corporaciones de Seguridad que resulta ser un tema delicado no solo por la incidencia delictiva, sino por el propio actuar de las corporaciones”. 

La Policía Municipal es la cuarta con más quejas interpuestas en su contra y el principal hecho violatorio de DDHH que se reporta (esto es en general, no solo de la PM) son las detenciones arbitrarias. 

Quizá para los votantes, tener un alcalde con experiencia en materia de seguridad, les ofrece una esperanza de mejora, sin embargo, los motivos de la salida del alcalde electo en su comisión al frente de la Policía Federal, suponen un reto para su ejercicio con respeto a los derechos humanos.