El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos se desaceleró en el tercer trimestre, al registrar un crecimiento de 2% a tasa anualizada, contra 6.7% en el trimestre previo, informó el jueves el gobierno.

El PIB se vio lastrado por la propagación de la variante Delta del coronavirus y la reimposición de restricciones, así como por problemas en la cadena de suministro global.

“La desaceleración del PIB real en el tercer trimestre fue provocada por un menor gasto de los consumidores”, dijo el Departamento de Comercio en un comunicado publicado el jueves.

También influyó un resurgimiento de casos de Covid-19, lo que resultó en nuevas restricciones y retrasos en la reapertura de establecimientos en algunas partes del país, así como la disminución en los pagos de asistencia del gobierno a empresas y hogares.

Esta “débil progresión (...) muestra que la economía estadounidense todavía no se recupera del todo”, destacó Gregory Daco, economista de Oxford Economics, en una nota de análisis.

“Un resurgimiento de las infecciones por Covid redujo a la mitad el repunte (económico), mientras que los problemas crecientes en la cadena de abastecimiento llevaron a una alza de la inflación”, detalló.

El principal problema, según el economista Joel Naroff, es que “la demanda está ahí, pero no la oferta”.

La economía había recuperado dinamismo, estimulada por la vacunación de buena parte de la población. Pero durante el verano, la variante Delta frenó la actividad, en particular en restaurantes, viajes y hoteles.

Eso también provocó que muchas personas pospusieran su retorno al mercado laboral.

Por otro lado, las interrupciones en las cadenas de suministro obligaron a algunos restaurantes a reducir sus horarios de apertura, mientras que las fábricas de autos funcionan lejos de su máxima capacidad.

Del lado de las buenas noticias, si bien la inflación siguió alta en el tercer trimestre  en 5.3%, estuvo por debajo de 6.5% del segundo trimestre, indicó el Departamento de Comercio.

Se espera que la inflación se modere a niveles cercanos a 2% en la segunda mitad del próximo año, según declaró la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen.