En 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) de México registró una caída de 8.2 por ciento, con respecto a 2019, por debajo del dato preliminar que dio a conocer el mes pasado, de 8.3 por ciento, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Inegi muestra que el PIB de México inició su descenso en el segundo trimestre de 2019; se desplomó 17% entre abril y junio de 2020 con el confinamiento por el COVID-19 y registró un rebote de 12.1% en el tercer cuarto de 2020.
De acuerdo a las cifras sin ajuste estacional (originales), la caída del PIB se derivó de un retroceso de 10 por ciento en las actividades secundarias -minería, construcción, manufacturas- y de 7.7 por ciento en las terciarias -comercio y servicios- lo que parcialmente contrarrestado por el aumento de 1.9 por ciento que presentaron las actividades primarias -agricultura, pesca, ganadería-.
Sin embargo, con datos ajustados por estacionalidad, el PIB cayó 8.5 por ciento en 2020.
Además, en el cuarto trimestre de 2020, el PIB tuvo un retroceso de 4.3 por ciento, con respecto al mismo periodo de 2019, con lo cual sumaron trimestres continuos de caídas anuales en el PIB.
Por grandes grupos de actividades económicas, el PIB de las terciarias se redujo 5 por ciento y el de las secundarias 3.1, en tanto que el de las primarias se incrementó 4.8 por ciento. Con datos ajustados por estacionalidad, el PIB registró una caída anual de 4.5 por ciento en el cuarto trimestre de 2020.
Aunque, desde una perspectiva trimestral y con datos ajustados por estacionalidad, el PIB presentó un aumento de 3.3 por ciento en el lapso octubre-diciembre de 2020, respecto al trimestre precedente.
Cabe mencionar que el PIB de las actividades secundarias- por componentes-creció 3.9 por ciento y el de las terciarias 3.2, mientras que el de las primarias disminuyó 2-4 por ciento en el cuarto trimestre del 2020 frente al mismo periodo de 2019.
La caída del PIB pasa a la historia como la segunda más profunda tras la de 1932, cuando la economía se desplomó en 14%; además, rebasa claramente la alcanzada en el año 2009, que fue de 5.3% y fue mucho más aguda que la alcanzada en 1995, cuando la economía se contrajo 6.9 por ciento.