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Edging

por Redacción
23-10-2021

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En español vendría a ser la técnica de parada y arranque y entronca con la tendencia del ‘slow sex’, ‘slow food’, ‘slow life’ y todos los demás slows para luchar contra las prisas de vivir corriendo sin pararse a disfrutar de nada. Estar al borde del orgasmo retrasándolo todo lo posible, o lo que quieras, eso es el ‘edging’.

¿Qué beneficios tiene esta técnica?


Los beneficios del ‘edging’ son tanto físicos como psicológicos. Para empezar, si eres capaz de conocerte hasta el punto de identificar el punto de no retorno y bajar el ritmo justo antes de llegar al orgasmo para continuar con la estimulación serás más consciente de las sensaciones y de la excitación y prolongarás el placer en el tiempo.

También el clímax, una vez que te dejes llevar por la ola, será más poderoso, tanto psicológica como físicamente. La sensación de recompensa se une con la resolución de la tensión sexual acumulada durante el encuentro. Como resultado, más placer durante más tiempo y un orgasmo más profundo e intenso. No está mal.


¿Quiénes pueden practicarlo?

Pues tú, si te apetece. Se trata de controlar la excitación para retrasar el orgasmo, no de hacer 200 dominadas en cinco minutos, así que está al alcance de cualquiera que quiera conseguirlo.


¿Se puede practicar edging en pareja?

Por supuesto, aunque te aconsejamos que le comentes antes lo que vas a intentar para que entienda lo que está pasando y no piense que ha dejado de excitarte. Habladlo, y si los dos estáis de acuerdo, probadlo, es una técnica válida para hombres y para mujeres, ya que ambos pueden prolongar el placer y controlar la excitación y la estimulación para retrasar el clímax. Además, es fantástico para salir de la rutina y disfrutar de otro tipo de sexualidad que vaya más allá del ‘aquí te pillo aquí te mato’.