Hoy hace tres años, el 22 de diciembre de 2018, en la cuenta de Facebook “Jose Gallardo” apareció la fotografía en la que a José Ricardo Gallardo Cardona se le observa muy comedido con el entonces líder de la bancada de Morena en San Lázaro, Mario Delgado Carrillo.
Da para pensar incluso que entonces se activaba en modo “tapete”, para aguardar a su llegada a la Cámara de Diputados, limpiarle los zapatos, cargarle el maletín y diligentemente guiarlo hasta su curul. Igual al finalizar cada sesión.
Luego, el 19 de febrero de 2019, el entonces líder de la fracción del Partido de la Revolución Democrática, Ricardo Gallardo, junto con otros ocho legisladores federales renunciaron al partido del Sol Azteca.
Entre los desertores Héctor Serrano Cortés y Lilia Villafuerte Zavala; él, considerado hoy guía político de la “gallardía”” y ella la actual titular de la Contraloría General del Estado.
En el ayuntamiento de Soledad de Graciano Sánchez “despacha” hoy en día Alejandro Serrano Cortés como Oficial Mayor.
Es de bien educados ser cortés, sin incurrir en el servilismo, pero parece que esta es una de las actitudes que más agrada a los políticos y que en parte le resultó útil a Ricardo Gallardo para conseguir su objetivo político.
Mario Delgado siempre ha manifestado su “agradecimiento” con Ricardo Gallardo, porque como diputado federal, incorporado a la fracción Verde Ecologista, apoyó las iniciativas del presidente Andrés Manuel López Obrador e impulsó que “un grupo de legisladores del PRD rompieran con ese partido y apoyaran la transformación”.
En la imagen de aquel 22 de diciembre se le ve a José Luis Fernández Martínez, acomedido en abrir la puerta delantera del automóvil de alquiler en el zócalo de la Ciudad de México. Hoy es el gallardista de cepa que funge como presidente de la Junta de Coordinación Política en el Congreso del Estado.
Sólo los políticos saben bien a bien en qué medida es redituable el servilismo.
Hace tres años, Ricardo Gallardo se acomedía a abrirle la puerta del taxi a Mario Delgado, al líder nacional de Morena a quien ahora, el pasado 10 de diciembre, le abrió las puertas de Palacio de Gobierno.
“Hoy platicamos con un gran amigo Mario Delgado Carrillo dirigete Nacional de Morena, para sumar esfuerzos en la transformación de este gran país y de San Luis Potosí!”, reportó ese día el hoy mandatario nacional en otra de sus cuentas en Facebook.
Quizá hace tres años a Ricardo Gallardo le costó mostrarse obsequioso, pero pasado el tiempo hoy disfruta de los frutos políticos.
Mario Delgado también consiguió su propósito político; de los siete legisladores federales electos por el principio de mayoría relativa en San Luis Potosí, seis apoyan la cuarta transformación.
Al cien por ciento conveniencia política mutua.