Al Barcelona le han bastado tres días desde el aterrizaje de Xavi Hernández para abandonar el conformismo y recuperar la autoestima.
Del 'esto es lo que hay' al 'esto es el Barça' en un sentido amplio y orgulloso de la afirmación, en todos los estamentos del club, pudo saber ESPN Digital, se ha instalado una confianza máxima y el discurso firme respecto a que no hay en la Liga equipos mejores que el Barça y que el nuevo entrenador sabrá sacar el rendimiento máximo a su plantilla.
El club se sabe en una situación comprometida, a todos los niveles, pero deportivamente existe el convencimiento de estar en condiciones de recuperar el terreno perdido en la Liga. El estimulante discurso de Xavi Hernández a sus jugadores en el vestuario a modo de presentación representó una catapulta en la moral y convenció del acierto de su incorporación, que ya habría deseado Joan Laporta que ocurriera durante el verano pero fue imposible por determinadas circunstancias contractuales con Ronald Koeman.
En esa plantilla, que se reconoce descompensada pero para nada tan limitada como se pretendía explicar con anterioridad, tomará especial relevancia el papel de futbolistas como Ousmane Dembélé, aclamado por el técnico como un número uno a la altura de Kylian Mbappé, de quien se espera que acepte la oferta que ya se le ha trasladado tal y como explicó ESPN, pero que al margen de su decisión final, y contando que será Xavi quien lo determine, se mantendrá en los planes del entrenador.
También se espera que con el cambio en el banquillo dé un paso al frente, determinante, Frenkie de Jong, llamado a ser el líder futbolístico que hasta hoy no ha sido, contagiado por el deprimente estado de todo el vestuario.