El barril del crudo mexicano perdió 2.47 dólares y cerró en 84.20 dólares el barril, de acuerdo con el precio publicado por Petróleos Mexicanos (Pemex).
Con ello, registró la cotización más baja en seis meses, es decir, desde el 10 de febrero de este año, cuando se vendió en 84.12 dólares, días antes del comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania.
El descenso del precio del hidrocarburo mexicano estuvo acorde con el comportamiento de los referentes internacionales, que también retrocedieron a mínimos previos a la invasión rusa de Ucrania, ocurrida el 24 de febrero, ya que los operadores reaccionaron ante la posibilidad de una recesión económica a finales de este año que podría hundir la demanda de energía.
El referente europeo Brent bajó 2.66 dólares a 94.12 dólares el barril, en tanto que el estadunidense West Texas Intermediate (WTI) descendió 2.34 dólares a 88.54 dólares por barril, su menor nivel desde el 2 de febrero.
Señales de recesión en Gran Bretaña encienden alertas en el mercado
Los temores a una recesión mundial volvieron a afirmarse en el mercado y la falta de crudo quedó en un segundo plano. El Banco de Inglaterra anunció el jueves que prevé que el Reino Unido entre en recesión a finales de 2022 y que se prolongará por más de un año, lo que sería la recesión más prolongada desde la crisis financiera de 2009.
Los precios ya habían caído el miércoles, luego de un incremento inesperado de las reservas comerciales de crudo en Estados Unidos, y un descenso de la demanda de gasolina a pesar de la temporada estival.
La caída de los precios del petróleo podría representar un alivio para las grandes naciones consumidoras, incluidos Estados Unidos y países de Europa, que han estado instando a los productores a aumentar el bombeo para compensar la escasez de suministros y combatir la elevada inflación.
El petróleo se empinó sobre los 120 dólares el barril a principios de año. Un repentino repunte de la demanda, similar al consumo de los primeros meses de la pandemia de covid-19, coincidió con interrupciones en el suministro derivadas de las sanciones impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania.
