La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dijo el lunes que endurecer la política monetaria en este momento para frenar la inflación podría ahogar la recuperación de la zona del euro y rechazó los llamados y las apuestas del mercado a favor de una política monetaria más restrictiva.
Con una inflación que ya duplica su objetivo de 2% y que probablemente siga aumentando este año, el BCE está recibiendo una presión cada vez mayor para que abandone su política monetaria ultralaxa y aborde el crecimiento de los precios que está erosionando el poder adquisitivo de los hogares.
En su intervención ante los legisladores de la Unión Europea, Lagarde admitió que el repunte de la inflación será mayor y durará más de lo que se pensaba, pero sostuvo que se desvanecerá el año que viene, por lo que actuar ahora afectaría a la economía justo cuando el crecimiento de los precios empieza a moderarse.
“En un momento en el que el poder adquisitivo ya se está viendo mermado por el aumento de las facturas de energía y combustible, no es deseable un endurecimiento indebido de las condiciones de financiamiento, y representaría un obstáculo injustificado para la recuperación”, dijo Lagarde en una audiencia en el Parlamento Europeo.
“Si tomáramos cualquier medida de endurecimiento ahora podría causar mucho más daño que beneficio”, dijo.
Con el alza de los precios de las materias primas y la persistencia de los cuellos de botella en la cadena de abastecimiento, la inflación está resultando más difícil de lo que se había previsto.
Al igual que en otros lugares, los mercados de bonos de la zona euro se han apresurado a apostar por una mayor inflación y la perspectiva de una política monetaria más restrictiva en los próximos meses.
Ajuste sería de 10 puntos base
Pese a las declaraciones firmes de la funcionaria, algunos analistas prevén una primera alza de tasas de 10 puntos base en septiembre del 2022. Actualmente el BCE mantiene sus tasas en un rango de 0.0 a 0.25 por ciento.
Lagarde repitió que es muy poco probable que se cumplan las condiciones para una alza de tasas de interés en el 2022, pero dijo que no podía comprometerse a lo mismo en el 2023.
El director general de Deutsche Bank, Christian Sewing, no estuvo de acuerdo con la idea de que la inflación era temporal y pidió a los bancos centrales de todo el mundo que actúen.
La inflación alcanzó 4.1% en octubre y podría acercarse a 4.5% a finales de este año, antes de un lento descenso que la situará de nuevo por debajo del objetivo del BCE, que es de 2%, hacia finales del 2022, según economistas.
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España y miembro del Consejo General del BCE, coincidió y dijo que ni siquiera se considera la posibilidad de subir las tasas hacia la segunda mitad de 2022, ya que las condiciones del BCE para tomar dicho paso no coinciden con sus previsiones.
Agregó que la inflación estará por debajo de su objetivo de 2% en el 2023.