Según un nuevo informe de World Weather Attribution, una organización internacional de científicos del clima, las mortales olas de calor que se iniciaron en Centroamérica el mes pasado y se extendieron por México y el suroeste de Estados Unidos son 35 veces más probables debido al cambio climático provocado por el hombre
En todo el mundo, las olas de calor son cada vez más frecuentes, largas y calurosas a medida que aumentan los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera debido a la quema de combustibles fósiles para producir energía. Esta semana, amplias franjas de Estados Unidos han sufrido un calor récord y decenas de personas de todo el mundo han muerto a causa del intenso calor durante la peregrinación del hach de este año.
“Los resultados de nuestro estudio deben tomarse como otra advertencia de que nuestro clima se está calentando hasta niveles peligrosos”, declaró en un comunicado Izidine Pinto, investigadora del Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos que trabajó en el análisis.
El calor extremo que estudiaron los científicos fue causado por un domo de calor, en la que cielos despejados y soleados irradiaron el aire caliente atrapado cerca del suelo por un sistema meteorológico de alta presión. Las temperaturas excesivas se vieron exacerbadas por bucles de retroalimentación causados por una sequía en curso, sobre todo en México, y temperaturas oceánicas más cálidas en el océano Pacífico y el Caribe.
“Esencialmente, se trata del mismo domo de altas presiones que comenzó en Centroamérica, se expandió hacia el suroeste y ahora se encuentra en el este de EE. UU.”, explicó Shel Winkley, meteorólogo y especialista en participación climática y meteorológica de Climate Central, una organización sin fines de lucro dedicada a la comunicación sobre el clima.
Este nivel de calor solía ser un acontecimiento único en la vida en el año 2000, pero con la cantidad de calentamiento que se ha producido desde entonces, la persona media podría experimentar un evento de este tipo cinco o seis veces en su vida.
El informe se publicó después de que México registrara el día más caluroso de su historia, con temperaturas máximas de 51 grados Celsius en el desierto de Sonora. También se batieron récords de temperatura en Guatemala y Honduras, así como en Ciudad de México, Las Vegas, Phoenix y el Valle de la Muerte, en California.
“Las muertes por calor suelen subestimarse”, dijo Karina Izquierdo, asesora urbana para América Latina y el Caribe del Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y colaboradora del informe.
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Las muertes relacionadas con el calor tienden a confirmarse meses después del episodio de calor, si es que llegan a notificarse. Sin embargo, el calor es la primera causa de muerte relacionada con el clima, y decenas de grupos ecologistas y sindicales están presionando a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de EE. UU. para que declare el calor un desastre grave.
Según Izquierdo, algunos de los grupos de mayor riesgo son los trabajadores agrícolas, los obreros de la construcción y los vendedores ambulantes, quienes están expuestos directamente al calor, junto con las personas sin hogar, las embarazadas, los niños pequeños y los ancianos.
“Los refugiados y migrantes en tránsito son especialmente vulnerables debido al largo y exigente viaje”, dijo, un viaje que incluye la exposición a altas temperaturas. Entre el 31 de mayo y el 10 de junio se encontraronocho cadáveres de posibles migrantes en las tierras fronterizas del sur de Nuevo México y el oeste de Texas, mientras la región experimentaba un calor excesivo.