Si el cáncer ha tocado tu puerta, es posible que en medio de tantas dudas también te preguntes si es el fin de tu vida sexual. En efecto, es probable que tu sexualidad pase a un último plano, pero tener este diagnóstico no significa que debas hacer a un lado tu relación. Es por eso que en este artículo les explicamos los riesgos que se pueden presentar al sufrir cáncer y las recomendaciones a seguir para disfrutar de la intimidad en pareja.

Así afecta el cáncer tu sexualidad 

La red Cancer Treatment Centers of America en su publicación sobre cómo el cáncer afecta la intimidad explica que el tratamiento para el cáncer y la enfermedad en sí misma pueden causar cambios en el deseo o en la función sexual. Por ejemplo, si tu apariencia física ha cambiado, es probable que te sientas menos atractivo(a) o deseable. Al mismo tiempo, tu pareja se puede sentir insegura sobre cómo apoyarte. 

Por otro lado, el cáncer y sus tratamientos, particularmente aquellos que involucran los genitales o los órganos reproductivos, afectan directamente el interés y funcionamiento sexual. Además, los efectos secundarios de los tratamientos del cáncer, tales como, fatiga, estreñimiento, náusea, vómitos y dolor, también pueden disminuir el deseo sexual.

Adicionalmente, es posible que experimentes ansiedad, depresión o cambios físicos como caída del cabello, pérdida o aumento de peso o cicatrices de las intervenciones quirúrgicas. La suma de todo esto puede hacerte sentir poco sexy, lo que también impide una vida sexual como la que solías llevar.