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El canto de las sirenas

por Redacción
26-05-2021

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Mauricio Valdés

 

 

Electoral y políticamente hablando, estamos como en La Odisea de Homero. En esos días en que el barco de Ulises se acerca al lugar más peligroso. En esa región donde las sirenas atraen con su canto a los marineros, quienes atraídos se dejan llevar y se resignan a que el barco se estrelle contra las rocas, y al hundirse su nave, los marineros son devorados. Pero la astucia de Ulises les salva, porque sus marinos tienen los oídos tapados con cera para evitar ser hechizados por el canto, y él mismo se amarra al mástil, para evitar someterse a su encanto y evadir el peligro.

 

Así como hace 2,800 años, muchos esperan lograr la verdadera odisea reservada para unos pocos. Todo dependerá de su estrategia política, sus tácticas y su equipo. Si es que algún día tuvieron.

 

Llama la atención que la competencia electoral, hasta ríspida, se halla concentrada en unos cuantos municipios del Estado de México. En unos es entendible por los distritos electorales que incluyen, tanto federales como locales, pero en otros pareciera que se intenta una especie de “criba” electoral, para desplazar a algunos personajes con miras a la elección de gobernador. La lucha se ha iniciado.

 

Surgen las sospechas, como en mi tierra, Texcoco. La intensidad del activismo y los cuantiosos recursos económicos, tal vez rebasando hasta los límites legales de gasto. Un partido que hasta hace poco no tenía ni comité municipal, ni oficinas, como el Verde, que ha ido construyendo su fuerza principalmente con la alianza de los inconformes, que desde luego se vale, aunque sea solamente para una campaña. El PRD que lucha intensamente, aunque con notoria desventaja. Un PRI disminuido. Un PAN casi invisible. Y los demás candidatos parecen con carácter testimonial, en un municipio conquistado hace muchos años para lo que hoy es Morena.

 

Al final de la contienda, veremos en los resultados electorales de cualquier municipio o distrito el mismo secreto. El ganador se diferenciará de los demás competidores en que su estrategia y tácticas fueron más permanentes y eficaces para organizar a sus cuadros y simpatizantes que el dinero, porque lograron una cooperación colectiva flexible. Eso hará la diferencia: una gran obra colectiva.

 

Como en el juego de ajedrez, se deben considerar tres etapas principales: apertura, medio juego y final. No se trata de un ir y venir sin rumbo, y menos cuando sea. El objetivo es fundamental, el rumbo también. Se pueden dar miles de pasos en el camino equivocado, por ello, es preferible dar pocos pasos en el camino correcto. Porque cuando se llega al final de la competencia, comienzan los cantos de sirenas, voces que pretenden apartarnos del rumbo seguro, que pueden desviar la campaña hacia el despeñadero. Tiempo y paciencia.