El Congreso de Estados Unidos aprobó el ayer 2 de diciembre, por la noche un presupuesto temporal para evitar la paralización de los servicios federales del país.
Con 69 votos a favor y 28 en contra, el Senado aprobó una ley que extiende el presupuesto actual hasta el 18 de febrero. La medida había sido aprobada apenas unas horas antes en la Cámara de Representantes.
Ahora le corresponde al presidente Joe Biden promulgarla antes de la medianoche del viernes para evitar que se corten repentinamente los fondos federales.
La medida tiene como propósito evitar una parálisis o shutdown de los servicios públicos federales a primera hora del sábado.
Había resistencias
Todavía algunas horas antes de su votación en la Cámara Alta, varios legisladores republicanos amenazaban con bloquear la iniciativa a manera de protesta contra la obligatoriedad de las vacunas en algunos sectores, como el de las grandes empresas, decidida por el gobierno de Joe Biden, aunque todavía no entra en vigor.
La aprobación del nuevo plan evita que se corten súbitamente los fondos públicos federales, lo cual forzaría a miles de empleados a entrar en desempleo técnico, es decir, siguen contratados, pero no trabajan.
Además, parques nacionales, museos y muchos organismos públicos se verían afectados.
El shutdown del invierno del 2018 fue el más largo de la historia del país y afectó, por ejemplo, el control de equipajes en aeropuertos, algo que la mayoría de los legisladores no quiere provocar antes de las fiestas decembrinas.
Aliados de Trump rechazaban el acuerdo
Un puñado de parlamentarios republicanos, la mayoría cercanos al expresidente Donald Trump, rechazaban dar su apoyo a una nueva ley de presupuesto.
Sin embargo, la Casa Blanca los exhortó a aprobar este texto sin demora.
“No paralizaremos al gobierno”, declaró por la tarde del jueves el jefe del partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell, en la cadena Fox News.
Sin embargo, expresó su rechazo a la medida de vacunación.
Deuda, Ejército y guarderías
Los legisladores han resuelto esta tarea por ahora, pero todavía tienen otros asuntos pendientes.
Además de la ley de presupuesto, los legisladores deben acordar financiamiento para la defensa, un ámbito en el que el consenso está muy lejos.
Pero más urgente aún es llegar a un consenso para de evitar caer en impago o default.
De aquí al 15 de diciembre deben subir o suspender el límite de endeudamiento de Estados Unidos si quieren evitar el primer default soberano en la historia de la mayor economía mundial.
Sin acuerdo en este punto, Estados Unidos podría quedarse sin dinero para hacer frente a sus deudas, una situación potencialmente catastrófica para los mercados.
Si el Congreso logra resolver todos estos asuntos a tiempo, luego podría ocuparse del debate relacionado con el gigantesco plan de inversiones sociales y ambientales promovido por Biden por 1.75 billones de dólares.
El plan, que prevé guarderías gratuitas para todos los niños e inversiones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el país, está en los cajones del Congreso desde hace meses.
Biden cuenta con estas medidas, muy populares entre los estadounidenses, para revitalizar su presidencia.