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El deseo sexual no desaparece con la edad. Aquí te damos unos consejos para mantener viva la llama.

por Leticia Montes
30-07-2021

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La salud sexual es importante a cualquier edad. Y el deseo de intimidad no tiene vencimiento. A medida que envejeces, el sexo tal vez no sea igual que cuando tenías 20 años, pero incluso así puede ser muy satisfactorio. Descubre cuáles son los aspectos de tu salud sexual que pueden cambiar con la edad, y como pueden adaptarse tú y tu pareja.

Para mantener una vida sexual satisfactoria, habla con tu pareja. Aparten tiempo para ser sensuales y sexuales juntos. Cuando pases tiempo íntimo con tu pareja, comparte tus pensamientos sobre hacer el amor. Ayuda a tu pareja a comprender lo que quieres de él. Sé honesto sobre lo que experimentas física y emocionalmente.

Las mujeres pueden quedar embarazadas hasta llegar a la menopausia, definida como 12 meses seguidos sin período. Si eres sexualmente activa, usa métodos anticonceptivos de manera constante hasta la menopausia. Pídele asesoramiento a tu proveedor de atención médica si no estás segura de qué tipo de método anticonceptivo es el adecuado para ti.

Las personas de todas las edades deben saber cómo practicar el sexo seguro. Si tienes relaciones sexuales con una pareja nueva o diferente, siempre usa condón. También habla con tu médico acerca de otras maneras de protegerte de las infecciones de transmisión sexual.

Si estás en una relación monógama a largo plazo y ambos dieron negativo para las infecciones de transmisión sexual, probablemente no necesites preocuparte por la protección. Sin embargo, hasta que estés seguro, usa un condón cuando tengas relaciones sexuales.

La testosterona juega un papel importante en la experiencia sexual de un hombre. Los niveles de testosterona varían mucho entre los hombres. Sin embargo, en general, los hombres mayores tienden a tener niveles de testosterona más bajos que los hombres más jóvenes. Los niveles de testosterona decaen progresivamente a lo largo de la edad adulta, alrededor del 1 % por año después de los 30 años en promedio.

A medida que un hombre envejece, el pene puede tardar más en estar erecto y las erecciones pueden no ser tan firmes. Puede llevar más tiempo alcanzar la excitación completa y tener experiencias orgásmicas y eyaculatorias. La disfunción eréctil también se vuelve más común. Hay varios medicamentos disponibles para ayudar a los hombres a lograr o mantener una erección adecuada para la actividad sexual.

A medida que las mujeres se acercan a la menopausia, sus niveles de estrógeno disminuyen, lo que puede provocar sequedad vaginal y una excitación sexual más lenta. Los cambios emocionales pueden aumentar los sentimientos de estrés, lo que también puede cambiar su interés en el sexo.

Si bien algunas mujeres pueden disfrutar más del sexo sin preocuparse por el embarazo, los cambios que ocurren naturalmente en la forma y el tamaño del cuerpo pueden hacer que otras se sientan menos deseables sexualmente.

Cualquier afección que afecte tu salud y bienestar general también puede afectar tu salud sexual. Las enfermedades que afectan el sistema cardiovascular (como la presión arterial alta, la diabetes, los problemas hormonales, la depresión o la ansiedad) pueden representar obstáculos para estar sexualmente activo.

Los medicamentos que se usan para tratar estas afecciones también pueden inhibir tu respuesta sexual. Por ejemplo, ciertos medicamentos para la presión arterial alta pueden afectar tu capacidad de excitación. Otros medicamentos pueden hacer que sea más difícil tener un orgasmo.

Si crees que estás teniendo efectos secundarios sexuales debido a un medicamento, consulta a tu médico. Es posible que puedas cambiar a otro medicamento con menos efectos secundarios sexuales o agregar un medicamento adicional que reduzca los efectos secundarios sexuales.

Cualquier procedimiento quirúrgico que afecte la pelvis y el sistema nervioso central puede tener una repercusión significativa en tu respuesta sexual. Sin embargo, el cuerpo es resiliente. Con tiempo para sanar y algo de atención amorosa, la mayoría de las personas a menudo pueden volver a responder sexualmente.

Si estás enfermo, tu sexualidad podría pasar temporalmente a un segundo plano frente a otras necesidades. El dolor, el malestar, los medicamentos o la preocupación pueden ensombrecer tu deseo sexual. Habla con tu pareja sobre otras maneras para estar cerca durante este tiempo.

Si tú eres el cuidador, las exigencias de cuidar a tu pareja podrían afectar tu deseo sexual. Encuentra la forma de dejar a un lado el papel de cuidador de vez en cuando y ser su pareja — para que puedas relajarte y sentirte querido por tu pareja. De esta forma, podrán disfrutar un encuentro sexual mutuamente satisfactorio.

La diferencia en la libido es frecuente en las parejas de todas las edades. Las parejas se estancan en una rutina en la que una persona inicia el contacto y la otra lo evita. Si tú principalmente evitas las relaciones sexuales, considera tomar la iniciativa alguna vez. Si tú, en general, tomas la iniciativa en el sexo, intenta hablar con tu pareja sobre lo que necesitas.

Si te preocupa herir los sentimientos de tu pareja, habla sobre tu experiencia empleando oraciones que empiecen con «yo», como por ejemplo «yo pienso que mi cuerpo responde mejor cuando...» A la vez, intenta comprender las necesidades y los deseos de tu pareja. Entre los dos pueden encontrar maneras de satisfacer las necesidades de ambos.

Muchas parejas quieren saber cómo regresar a los niveles de actividad y de estimulación sexual que experimentaron en sus 20, 30 y principios de sus 40 años. En su lugar, ahora descubren formas de optimizar la respuesta del cuerpo a las experiencias sexuales. Pregúntense sobre lo que los satisface y lo que es mutuamente aceptable.

Hay muchos libros disponibles sobre cómo mantener una vida sexual saludable a medida que se envejece. Además, muchas parejas encuentran provechoso consultar a un experto. Tu médico puede proporcionarte sugerencias útiles o referirte con un especialista.