Por Zuleyka Franco
¿Qué es la Violencia? Es el uso de la fuerza para conseguir
un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer algo.
Por qué usar la violencia si se puede tener el mismo o mayor
control sin necesidad de llegar a tocar a un individuo.
Muchas personas usan la violencia principalmente para
mostrarle a un grupo o una persona en especial su “poder” sobre ella o él.
Cuando escuchamos la palabra “violencia”, la mayoría de nosotros inmediatamente
lo relacionamos con golpes físicos, esto es más común si viene de un hombre
hacia una mujer sin embargo, en la mayoría de los casos de mujeres hacia
hombres, la violencia se ejerce de una manera psicológica. Para una mujer es mucho más fácil ejercer la
“violencia psicológica” hacia un hombre, ya que sabe que físicamente muchas
veces está en desventaja o pueda haber una reacción que no pueda
controlar. Dicho así, la mujer
principalmente “controladora” que tiene una herida de “traición” o de
“injusticia” y que suele tener una máscara de “rígida”, son las dos más
comúnmente asociadas a este tipo de conductas hacia un hombre.
Este tipo de mujeres buscan tener como pareja a un hombre
con heridas de infancia como la “humillación”, el “rechazo” o el “abandono”,
que tendrán máscaras de “masoquista”, “huidizo” o “dependiente”, así que
podemos imaginarnos la conducta del hombre hacia este tipo de mujer. Un hombre que sea el típico “ayudador”,
antepone las necesidades de su pareja a las suyas, yendo cada vez más profundo
hasta no tener el control de lo que haga o diga; también es común ver hombres
que huyen de responsabilidades y dejan de tener esa carga social dentro de una
relación de pareja dejando que la mujer sea la que lleve el mando de dicha
relación o matrimonio, así como el “dependiente” que ante el temor de que la
mujer lo rechace o abandone, hace y dice todo para que no suceda.
Cabe mencionar que es la misma cara de la moneda si
habláramos del “poder” que ejerce un hombre hacia una mujer, sin embargo, en el
caso de las mujeres, es mucho más probable que ejerza la violencia psicológica
en lugar de la física, ya que puede ser un proceso más lento pero en muchas
ocasiones, más efectivo que los golpes.
Es importante saber, que el “maltrato psicológico”, tiene
que ser constante para reforzar este tipo de violencia, ya que la mujer que lo
ejerce debe tener en constante recordatorio a su pareja qué es lo que podría
pasar si pensara en rebelarse sobre los deseos de ésta. También es importante saber las fases sobre
las que opera este sistema de violencia.
Fase 1.- Acumulación de la tensión, que es cuando se
comienza a entre ver una molestia causada por deseos no cumplidos
(aparentemente), por acciones no realizadas tal como se dispuso, incluso hay
ocasiones en que no se sabe la causa de molestia, sólo sucede, desconcertando
más aún a la víctima.
Fase 2.- Episodio Agudo de Violencia. En este caso la violencia puede ser física de
igual manera, aunque hoy hablaremos de la psicológica, que es cuando se
incrementan los insultos, se sobaja a la pareja, se humilla con comentarios
demeritando la figura del hombre en la relación, amenazas sobre un posible
abandono, incluso con una gran posibilidad de cambiar de pareja, dejando
entrever la dependencia emocional que la mujer puede ejercer sobre este tipo de
hombres.
Fase 3.- Etapa de Arrepentimiento, Calma o Luna de
Miel, que es cuando en la mujer cabe un
sentimiento de arrepentimiento sobre su conducta, se calma y puede hacer un
poco de consciencia en lo que ha hecho o dicho y trata de compensarlo con una
luna de miel para el hombre, donde se mostrará cariñosa, amorosa, incluso ceder
ante alguna petición momentánea de su pareja.
Lo que tenemos que tener claro es que esta última etapa sólo
es momentánea, igual que cualquier actitud en ella, destacando que como
mencionamos en un principio, la violencia debe ser constante para seguir
ejerciendo dominio y poder sobre una persona.
Las consecuencias por supuesto son devastadoras, al igual
que las secuelas de los golpes pueden quedar plasmadas en alguna marca o
cicatriz física, estas actitudes por “violencia psicológica” traen como
consecuencia un autoestima bajo o nulo, no existe autoconfianza en este tipo de
víctimas, el ego normal que podría mostrar cualquier individuo queda por el
suelo ante esta situación, cicatrices que tal vez no se vean pero que en muchos
casos, quedan grabadas por mucho más tiempo que una física; incluso la máscara
de “masoquista” o “dependiente” se puede acentuar acrecentando el miedo a ser
rechazado o abandonado no sólo por esa persona, sino por cualquier otra a su
alrededor, convirtiéndolos en presas de sus miedos, emociones, sentimientos
encontrados e incapacidad y debilidad para afrontar este tipo de situaciones en
cualquier momento de su vida, así como ser vulnerables ante situaciones de
abuso emocional por parte de mujeres con características similares a las antes
mencionadas.
Recuerda que es
importante erradicar la “Violencia de Género” y si bien la Violencia en contra
de la Mujer ha sido un tema que ha generado controversia en nuestro país,
también debemos entender los diferentes tipos de violencia que existen y que la
“Violencia Psicológica” es en gran parte la más aplicable al género masculino
por su sutileza y por ser la que más se acomode cuando hay otras desventajas de
género que impide a la mujer competir, hablando mayormente sobre la fuerza
física con un hombre.
Tanto mujeres como hombres tenemos el derecho a la No
Violencia, si en algún momento llegaste a pensar que la violencia sólo la vive
la mujer es mentira, también el hombre es víctima de violencia sólo que en
menor medida y de otro tipo, una que no es evidenciada pero que puede crear el
mismo daño que en una mujer.
Así que es momento de crear consciencia tanto hombres como
mujeres y sociedad en general, de que la Violencia de cualquier tipo es
inaceptable y más cuando con la misma se genera una ruptura social, familiar y
de estructura personal. Las secuelas por violencia siempre serán en gran parte
un freno al crecimiento personal. Es
importante que si eres víctima de algún tipo de violencia, hombres o mujeres,
tengas la certeza de denunciar al mismo tiempo que de pedir ayuda, no temas el
ser señalado sólo por tu género o por el qué dirán, las ideas machistas sobre
que los hombres no deben llorar no son más que estereotipos sociales que si
bien son difíciles de cambiar, es más fácil cuando tenemos la consciencia de
que nuestra sociedad tiene que evolucionar.
Aunque seas un hombre muy hombre, NO te calles.