El gobierno francés ordenó el miércoles la vuelta al trabajo de parte del personal de un depósito de Exxon Mobil y amenazó con ejercer la misma acción en otro de TotalEnergies, un día después de que amenazara con intervenir las estaciones de servicio y con forzar el fin de una huelga que ha provocado escasez de combustible en un tercio de las gasolineras.
“Si el diálogo social no funciona en las próximas horas, haremos más requerimientos de regreso a las labores”, advirtió el presidente Emmanuel Macron.
La situación ha sido creada por “conflictos sociales en dos compañías, Exxon y Total, que tuvieron grandes ganancias” por los altos precios del petróleo y la gasolina en medio de la crisis global de energía que fue agravada por la guerra de Rusia en Ucrania, dijo Macron a la televisora France 2.
Ante lo que pidió “responsabilidad” tanto de los ejecutivos de las compañías como de los sindicatos.
La medida del miércoles afecta únicamente al depósito de la refinería de Esso-Exxon Mobil de Gravenchon-Port-Jérôme, donde cuatro empleados deberán permitir el funcionamiento de las instalaciones, dos para el miércoles y dos para el jueves, señaló el Ministerio de Energía.
“Ante la huelga de una parte del personal de Port-Jérôme, en Normandía, el gobierno decretó la requisa del personal necesario para el funcionamiento del depósito. La intervención comienza hoy”, dijo el Ministerio de Energía sobre la acción de Esso France.