logo
header-add

El mexicano logró su cuarto triunfo en la Fórmula Uno y el segundo de esta temporada

por Redacción
04-10-2022

Comparte en

Sergio Pérez se engrandece ante el caos y la adversidad. Hace un año en Azerbaiyán ganó con un auto que estaba al borde del sacrificio. Esta vez, en el Gran Premio de Singapur, el mexicano caminó sobre un cable ardiente del que podía despeñarse, pero en medio de la incertidumbre, por el riesgo de una descalificación, en un circuito y una competencia demente, ganó su segunda carrera del año y la cuarta de su trayectoria en la Fórmula Uno.

Checo es un piloto temerario y experto en correr al límite. Ya sea forzando al máximo neumáticos o la máquina, avanzando puesto tras puesto peligrosamente, pero con solvencia para salir airoso. Lo suyo es moverse en la revuelta. En el circuito urbano de Marina Bay y en una carrera nocturna, Checo Pérez superó a los Ferrari del monegasco Charles Leclerc y del español Carlos Sainz Jr –en segundo y tercer puestos– para sumar su segunda victoria de la competencia.

A sus 32 años, su cuarto triunfo en la categoría, después del GP de Baréin en 2020 (carrera nocturna), en Azerbaiyán en 2021 y en Montecarlo esta temporada, estas dos en circuitos urbanos, como el caso de Singapur.

Creo que fue mi mejor carrera de todas, la he controlado completamente, aunque fue bastante complicada, se felicitó a sí mismo tras la prueba.

Ni siquiera la sanción de cinco segundos con la que fue castigado, tres horas después del final por circular demasiado cerca del coche de seguridad, despojó a Pérez de la victoria, ya que había dejado a Leclerc a más de siete.

Las últimas vueltas fueron muy intensas, pero en el coche no lo sentía, dijo Pérez; cuando salí del auto entonces sí sentí el cansancio. Lo dejé todo por la victoria.

Al pie del podio quedaron los McLaren de Lando Norris y Daniel Ricciardo (4º y 5º), permitiendo a la escudería británica superar a Alpine en el campeonato del mundo de constructores.