Ernesto Villanueva / El mundo al revés / Opinión Heraldo de
México
Columna Invitada
Las organizaciones de la sociedad civil representan un
universo en donde, como es natural, existe de todo, grandes, pequeñas, con
inquietudes de reivindicación social legítimas y otras no tanto. Las fuentes de
financiamiento pueden dar algunas pistas de los propósitos que las animan.
En el tema de la lucha contra la corrupción en sus más
diversas manifestaciones, la Organización Nacional Anticorrupción
—Onea—(https://oneamexico.org/) ha venido haciendo un importante esfuerzo de la
periferia al centro, rasgo distintivo inicial que marca sus distancias con el
centralismo, tan propio del país.
Inició en Veracruz con un alcance regional en su primera
etapa; poco a poco, sin embargo, fue abordando temas de la agenda pública
nacional donde las prácticas públicas y privadas cruzan, de manera horizontal y
vertical, los mal llamados usos y costumbres de la corrupción, muchas de ellas
internalizadas en el comportamiento social.
En estos años, Onea ha elaborado estudios, organizado
seminarios, editado libros y actividades sobre el objeto que le da
justificación a su existencia.
En esta primera quincena de septiembre inicia una nueva
etapa con continuidad en el cambio. Asiste ahora a una reestructura que pasa
por un rediseño institucional y cambios en su junta directiva.
El primer tema de continuidad es la independencia económica
de Onea, que no busca ni acepta donativos de organismos extranjeros.
El abogado y biólogo Iván Gidi, empresario y director
general fundador de Onea, ha cumplido un ciclo al crear desde cero una
organización civil con un rostro propio.
Iván es un hombre probo, con un genuino compromiso con la
honestidad, y actuó en consecuencia en estos años.
Con una institución cívica articulada, sus actividades
empresariales reclamaron ahora su presencia de tiempo completo.
En este parteaguas, la junta directiva de Onea publicó en
julio una convocatoria para designar de manera transparente y por méritos a
quien ocuparía la dirección general, publicando (lo que no es precisamente muy
común) los perfiles y prestaciones por el desempeño de esa labor.
La nueva directora general designada es la doctora Vanessa
Díaz Rodríguez y la maestra Carolina Pacheco Luna, fue nombrada como directora
de investigaciones.
Se trata de dos profesionales solventes, jóvenes y quienes
tienen frente a sí la tarea de seguir construyendo la labor que inició Iván y
que cuenta con el financiamiento económico del grupo empresarial que preside
Carlos Gidi Blanchet, quien no tiene filias ni fobias con la 4T, requisito para
que una OSC pueda en esta hora florecer con la imparcialidad que tanto reclama
el país.