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El "oro líquido" que se esconde en los bosques de España

por Redacción
28-10-2021

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En las provincias españolas de Segovia, Ávila y Valladolid se esconde un tesoro.

Allí, en medio de la Tierra de Pinares y la Sierra de Gredos, un espeso bosque de 400.000 hectáreas de pinos resinosos se extiende hacia las montañas.

Protegido del cálido sol español y bordeado de senderos, este bosque es un destino popular para locales y turistas.

Y, si lo visitas en la época adecuada y observas con detalle, verás a trabajadores junto a los troncos de los árboles llevando a cabo la tradición centenaria de recolectar el "oro líquido" del pino.

La resina de pino fue utilizada por diferentes civilizaciones durante miles de años.

En España y en gran parte del Mediterráneo, se usó para impermeabilizar barcos, tratar quemaduras y encender antorchas, entre otras cosas.

Pero según Alejandro Chozas, profesor del departamento de ingeniería forestal de la Universidad Politécnica de Madrid, no fue hasta los siglos XIX y XX cuando la extracción de resina de pino se volvió rentable en esa región española.

Cuando la tecnología y la industrialización ayudaron a convertir la savia espesa en plásticos, barnices, colas, neumáticos, caucho e incluso aditivos alimentarios a mediados del siglo XIX, los propietarios de los densos bosques de Pinus pinaster de Castilla y León vieron una oportunidad.

Los trabajadores empezaron a cortar la corteza de los pinos de resina en toda la región para recolectar la valiosa savia.

Y aunque este lento proceso se detuvo en gran parte del mundo, en la última década ha experimentado un renacimiento en Castilla y León, el lugar con más fabricantes de resina en toda Europa y uno de los últimos en el continente donde persiste esta práctica.