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El país vive un momento de inflexión

por Jorge Javier García Mendoza
02-11-2022

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El país vive un momento de inflexión, un momento especial, política y socialmente, el cual marcará su futuro.

A lo largo de la actual administración –y a pesar de lo que indican las encuestas de aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador– el ejercicio del poder ha deteriorado la imagen del gobierno federal al grado que, de aquí a diciembre, se juega su futuro.

Lo anterior tiene que ver con la reforma electoral –reforma política, dicen muchos– con la que el tabasqueño pretende controlar las elecciones de 2024 con el pretexto de disminuir los gastos del INE.

En los casi cuatro años de gobierno, Andrés Manuel López Obrador ha ido cosechando lo que ha sembrado: división, encono, molestia, enojo y decepción, al haber afectado a diversos sectores de la sociedad, sin considerar a los grandes empresarios.

Desde la inseguridad que ha ido en aumento, hasta salirse del control del gobierno federal, pasando por los despidos del personal que labora en las dependencias de la administración pública, el desastre en el sector salud –por falta de medicamentos y pésima atención en clínicas y hospitales–, las afectaciones a instituciones como el CONACYT, hasta la gran corrupción que impera, la cual ha sido reconocida por el mismo mandatario federal, aunque para él “ya no es lo mismo. Antes el gobierno estaba orientado por entero al saqueo y a la corrupción”. Solo que el caso SEGALMEX es mucho más grande que la Estafa Maestra del anterior sexenio.

El hecho de que el tabasqueño normalice la corrupción, significa una grave derrota en el –prácticamente– eje de su discurso a partir de que inició su gestión, en diciembre de 2018.

A pesar de que durante las mañaneras se le ve tranquilo, contento, dicharachero, la realidad le ha dado verdaderos dolores de cabeza.

Son varios los temas que lo tienen preocupado, entre ellos, el caso Ayotzinapa. Ese asunto tan complicado, ha puesto en la palestra la forma en que se manejan los asuntos en la actual administración. No importa qué se haga y/o qué se diga, hay que resolver las cosas, pero en este caso en particular, todo se salió de control y el gobierno federal quedó mal con Dios y con el Diablo, o sea con todos.

La reforma para que el Ejército continúe con las labores de seguridad pública hasta 2028, mostró la manera de hacer política del tabasqueño: sin importar que se haga pública la manera de presionar a los contrincantes, aunque sea violando la ley ante los ojos de todo el mundo.

Lo anterior, es una parte de muchos asuntos pendientes por resolver por parte de la administración federal, y han generado que en este periodo –de aquí a fin de año– sea el momento que definirá muchas cosas, principalmente las elecciones en Coahuila y el Estado de México que se realizarán el próximo año, hasta el proceso de 2024.

Por una parte, Andrés Manuel López Obrador, su administración, su partido Morena y sus aliados –el PT y el Partido Verde– tienen un handicap en su contra: la decepción de muchas personas que han visto que, en lugar de cumplir con las promesas de campaña y mejorar su calidad de vida, el grupo en el poder solo las ha afectado de diversas maneras.

Los defensores de la “transformación” dirán que las encuestas de la aprobación presidencial demuestran lo contrario y que las gubernaturas ganadas en las elecciones del año pasado y este, indican que “van en caballo de hacienda” pero la realidad –esa con la que a diario lucha a contracorriente– es que la mayoría de los triunfos se obtuvieron con la participación evidente de grupos delictivos. Hay evidencias periodísticas de ello.

Mucho se ha dicho que el apretón de tuercas a Amlito Moreno, provocó el rompimiento de la Alianza entre PAN, PRI y PRD, además de que con ello cumple con la frase “divide y vencerás”, por lo que es prácticamente imposible que la oposición se pueda cohesionar de nuevo y convertirse en un verdadero contricante para las próximas elecciones, pero eso no es tan cierto.

La descobijada que le dieron al campechano, puso en alerta –a tiempo– a sus aliados. Por ello, ahora saben que no se puede confiar en él y que pueden negociar con otros actores políticos al interior del PRI porque son muchos los priistas que no quieren saber nada del presidente de su partido.

Por otro lado, para el grupo en el poder, es claro que la oposición no cuenta –todavía– con la persona que la encabece rumbo al 2024, pero eso no significa que no pueda salir de entre algunas de las personas que han dicho “yo”. Ahí están Claudia Ruiz Massieu Salinas, Maru Campos Gaytán, Lilly Téllez García, Beatriz Paredes Rangel, por mencionar solo a las mujeres. 

Aparte habrá que considerar a Movimiento Ciudadano, que ha mantenido un crecimiento constante en los últimos años y que podría dar la sorpresa. Por lo pronto, con el evento que organizó la semana pasada –El futuro es socialdemócrata– empezó a “presentar en sociedad” el camino ideológico que seguirá rumbo a 2024.

No falta mucho para conocer el rumbo que seguirá cada bloque –el oficialista y la oposición– pero mientras tanto, la realidad golpea al Presidente de la República y su equipo, quienes ya ven que tienen un largo camino cuesta arriba para recuperar la confianza de la gente y pondrá en operación el “Sistema de Salud para el Bienestar”, a través del cual pesonal del gobierno, como los siervos de la nación, visitarán a las personas en sus casas para promover la salud. No hay mucha información al respecto, pero podría ser algo parecido al programa “Médico en tu casa” que Miguel Ángel Mancera Espinosa aplicó con éxito en la Ciudad de México pero –a pesar de ello– Claudia Sheinbaum Pardo canceló, con lo que afectó a miles de personas. Se trata de una acción del gobierno federal que tiene como trasfondo la promoción política.

Por cierto, uno de los asuntos que está erosionando a Morena es el de los enfrentamientos –públicos– entre personajes como el senador Armando Guadiana Tijerina y el subsecretario de Seguridad Pública federal, Ricardo Mejía Berdeja; entre el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y el director de Fonatur, Javier May Rodríguez; y entre Claudia Sheinbaum Pardo y el senador Ricardo Monreal, los cuales van aumentando lo que generará muchos problemas.

Veremos en qué dirección van el presidente Andrés Manuel López Obrador, su equipo, Morena y sus aliados, después de conocer el resultado de la reforma electoral. Por lo pronto, diversos grupos van a marchar en contra de la iniciativa del gobierno. Por lo menos en ese rubro no ha dividido a la sociedad, al contrario, la ha unido.


Jorge Javier García Mendoza

@GarciaJJavier

garciam.jjavier@gmail.com