La dirigencia del PAN y sus bancadas en el Congreso presentaron este jueves ante la Fiscalía General de la República (FGR) una denuncia de hechos por posibles actos de corrupción y tráfico de influencias atribuidos a José Ramón López Beltrán, hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador, tras la difusión de un reportaje que documenta que vivió en casas de lujo en Houston, Texas.

Marko Cortés, líder nacional panista, y los coordinadores en el Senado y la Cámara de Diputados, Julen Rementería y Jorge Romero, respectivamente, confiaron en que la respuesta de las autoridades de procuración de justicia sea una investigación puntual y exhaustiva.

Los panistas exigieron evitar que haya "un manto protector" sobre la llamada "Casa Morada", de manera que si hay irregularidades estas no queden en la impunidad.

En rueda de prensa, Cortés dijo que la respuesta de la FGR no debe ser como la que ha habido en otros casos, por ejemplo, el de los hermanos del presidente Pío y Martín López Obrador, quienes fueron exhibidos recibiendo dinero en efectivo. Al respecto, el mandatario ha rechazado que haya ilegalidad en estos hechos.

"Pareciera que en este gobierno la procuración de justicia solamente se acciona contra quienes no piensan igual que este gobierno, contra quienes no coinciden con este gobierno", añadió el diputado Romero en su intervención.

La denuncia de hechos refiere que, según información publicada la semana pasada por el portal Latinus y la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), José Ramón López Beltrán y su familia vivieron en una mansión en Texas que era propiedad de un alto directivo de la petrolera Baker Hughes.

"(Se pide) iniciar con toda expeditez y oportunidad las indagatorias correspondientes (...) En su caso ejercitar acción penal en contra de los imputados que resulten responsables de los hechos narrados en la presente denuncia", dice el documento entregado por el PAN.

El caso ha generado controversia y críticas hacia el gobierno de López Obrador, aunque Baker Hughes niega que la casa señalada haya sido de algún directivo suyo y el presidente mexicano ha refutado que sus hijos tengan influencia en su administración o hayan caído en conflictos de interés.