Por qué decimos sí
Tal vez la mejor manera de explorar por qué es importante decir no es analizar las razones por las que tan a menudo decimos que sí.
1. Evitar la confrontación
A muy pocas personas les gusta la confrontación. Cuando sentimos que decir que no va a suponer más presión o tensión, tendemos a decir que sí para evitar esos sentimientos.
2. Complacer a los demás
Piensa en un "hombre que sí": alguien que con demasiada frecuencia dice que sí para aparentemente complacer a otra persona. La mayoría de nosotros lo hacemos en menor medida, porque la gente generalmente quiere ayudar a los intereses de los demás.
3. Miedo a perderse algo (FOMO)
El FOMO es algo muy real, y cuando sentimos que decir que no nos impedirá experimentar algo que percibimos que otros harán, decir que sí se siente como la única opción natural.
4. Compulsividad
A veces, las personas se sienten naturalmente obligadas a "exagerar" y a decir que sí a cualquier situación por una naturaleza compulsiva.
El poder de decir no
El poder de decir no se reduce realmente a los efectos que tiene en nuestro cerebro. Cuando decimos no más a menudo, cambiamos el modo en que nuestro cerebro piensa y reacciona ante las situaciones, permitiéndonos una mayor capacidad para tomar decisiones por nosotros mismos. Esto tiene un efecto tremendo en nuestra salud mental, ya que nos permite valorarnos más. También nos ayuda a priorizarnos a nosotros mismos, e incluso puede llevarnos a nuevas oportunidades que no habrían sido posibles diciendo que sí.
También nos permite establecer límites. Ya que límites en el tratamiento de la salud mental son muy importantes, decir que no nos permite desarrollar las habilidades necesarias y consejos para establecer límites de antemano.
Aprende a decir no
Incluso si empezamos a aplicar estos procesos de pensamiento en nuestra mentalidad, seguiremos encontrándonos en numerosas situaciones en las que decir "sí" es la mejor decisión. Entonces, ¿cómo sabemos exactamente cuándo decir que no? ¿Cómo sabemos si nos parece bien o mal?
Cuando aprendemos a decir que no, debemos hacernos ciertas preguntas sobre la situación: ¿decir que sí me impedirá centrarme en algo que es más importante? ¿Decir que sí me hará estar aún más cansado o quemado? Estas preguntas nos dan el marco para saber cuándo ha llegado el momento de decir no.
Otros consejos que se recomiendan para ayudarte aprender a decir no incluyen:
Ensayar - Hágase estas preguntas y ensaye la forma en que desea transmitir su punto de vista.
Sea honesto - Nunca es necesario mentir sobre los motivos por los que dices que no.
Ofrezca alternativas - A veces, ofrecer otra forma de hacer algo puede ayudar a evitar que se diga que sí.
No te precipites - No es necesario que digas que no a todo, pero date tiempo para pensar en las consecuencias de comprometerte y luego dar una respuesta adecuada.
