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El Punto G, ¿Mito o realidad?

por Redacción
30-10-2021

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Durante mucho tiempo el orgasmo y el placer femenino han sido motivos de discusión en la sociedades y también en el ámbito científico. Si viajamos en el tiempo al sigo XI, podremos observar que en la antigua India, ya existían textos describiendo una zona erógena de alta sensibilidad, capaz de producir placer en el interior de la vagina. Hacia el siglo XVII el anatomista Regnier de Graaf describió una zona anatómica erógena en la pared vaginal anterior.

El término “Punto de Gräfenberg” fue introducido en 1980 por Addiego y sus colaboradores, en honor al médico alemán Ernst Gráfenberg quien describió una zona erógena en la pared vaginal anterior en 1940-1950. Así es como el “Punto G” alcanzó el estatus de mito moderno gracias al best-seller “The G-Spot and other recent discoveries about human sexuality” (1982) lo cual ha suscitado gran controversia desde entonces. 

Últimamente, los cambios sociales y culturales, abren la puerta a un conocimiento más profundo de la sexualidad femenina y a generar un debate entorno a ella. Sin embargo, esto también viene acompañado de algunos inconvenientes, ya que no toda información nueva puede tomarse como verídica y es recomendable la contrastación científica de los datos. 

El llamado “Punto G” es uno de estos datos confusos, debido al cual acabamos culpando a nuestra parejas o etiquetando nuestras relaciones sexuales como poco placenteras, por no ser localizado, otra frustración sexual más.