Probablemente todas estemos familiarizadas con cómo suenan los gemidos durante el sexo, ya sea por una actuación demasiado dramática en una película o en la vida real. Pero hay tantas preguntas cuando se trata de gemir, como por ejemplo: ¿Por qué lo hacemos (o no), por qué algunas personas fingen, y por qué suena tan malditamente sexy (para algunas)?
¿Por qué los gemidos pueden prenderte o apagarte?

Para mucha gente, gemir durante el sexo, ya sea hacerlo o escuchar a tu pareja, puede ser muy excitante. Pero, ¿qué está pasando en el fondo de nuestra psique que hace que gemir sea tan sexy?

Los gemidos actúan como un «estímulo sexual» auditivo, dice la Dra. Lori Brotto, psicóloga especializada en sexualidad y profesora de la Universidad de Columbia Británica.

    «Los estímulos sexuales son esenciales para provocar la excitación sexual en la otra persona, sin embargo, son muy individuales. Para una persona, una imagen erótica podría ser un estímulo sexual y un excitante, pero para otra persona puede ser repulsivo», agrega.

Esto explica por qué algunas personas se estremecen ante el sonido de un gemido o podrían no hacerlo.

Los gemidos también son parte de las señales verbales y no verbales que buscamos de nuestra pareja durante el sexo, y que también damos a nosotros mismos.

«Escuchar ruidos y gemidos es solo una señal realmente importante de que estamos complaciendo a nuestra pareja o que nosotros mismos estamos experimentando placer», explica la terapeuta psicosexual y de relaciones Catriona Boffard, que es lo que puede hacer que se exciten aún más.

Sin embargo, si estamos luchando por entrar en la zona, Catriona añade que escuchar gemidos y ruidos durante el sexo puede ser una distracción para algunas personas, lo que puede hacer que se apaguen.

Esencialmente, digamos que no hay una manera correcta o incorrecta de prenderse o apagarse por los gemidos, todo depende de tus propias preferencias sexuales.

Ya sabemos que el gemido puede prender o apagar a las personas, pero hay un número de diferentes razones por las que gemimos durante el sexo.

¿Es genuino o estamos fingiendo (a veces sin darnos cuenta)? Catriona dice que es una mezcla de los dos.

    «Algunas personas son naturalmente vocales durante el sexo, pero desafortunadamente demasiada gente se informa sobre el sexo a través del porno, y por lo tanto piensan que es normal hacer ruido durante el sexo – ¡incluso si eso significa que tienen que fingirlo!»

Si no te sale de forma natural, no tienes que ser demasiado dramática con los ruidos durante el sexo, sólo porque lo hayas visto en el porno.

«La pornografía es una representación muy poco realista del sexo en general. Entonces, si la educación sexual de alguien ha sido a través de la pornografía puede creer que eso es lo que quiere su pareja y cómo ‘debería’ comportarse durante el sexo, incluso si se siente completamente antinatural», dice Catriona.

¡Así que no te sienta presionada por hacer algo que no se siente bien!
¿Por qué podemos fingir gemidos?

El Dr. Brotto explica que podemos fingir gemidos cuando estamos «hiperconcentrados» en nuestro desempeño o sentimos que es la única forma de comunicarle a nuestra pareja que el sexo es placentero.

Pero si no quieres fingir por el simple hecho de hacerlo, el Dr. Brotto sugiere usar palabras para explicarle a tu pareja lo que estás disfrutando. ¡La comunicación es clave!

«Desafortunadamente, muchas personas hacen gemidos falsos, al igual que fingen orgasmos, simplemente para hacer que su pareja se sienta bien o para acortar el encuentro sexual si es doloroso», agrega el Dr. Brotto.

Esas son algunas razones por las que a menudo las personas hacen falsos orgasmos. En su lugar, intenta hablar con tu pareja si hay algo que no estás disfrutando.

¿Los gemidos pueden hacer que el sexo sea más placentero?

Además de indicar que, ya sabes, te estás divirtiendo, los gemidos en sí mismos pueden hacer el sexo más placentero – o más bien, sofocar cualquier ruido puede hacer el sexo menos placentero, dice Catriona.

    «Es una liberación natural».

«Para las personas para las que los sonidos son un estimulante (probablemente las mismas personas a las que les gusta hablar sucio), entonces los gemidos pueden aumentar la excitación sexual. También, probablemente pueden hacer que una persona esté más atenta y sintonice más con las sensaciones de su cuerpo, lo que también amplifica la excitación», añade el Dr. Brotto.

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¿Qué hay de estar en silencio durante el sexo?

Aunque los gemidos pueden hacer el sexo más agradable para algunos, también puede hacer que algunas personas se apaguen cuando su pareja está totalmente en silencio – pero hay un montón de razones diferentes para esto.

    «Estar completamente en silencio puede indicar que ambos compañeros se están conteniendo. Pero también podría ser simplemente porque ambos son menos vocales y podrían estar mostrándolo de otras maneras», dice Catriona.

Estar en silencio durante el sexo también puede significar que alguien se avergüence de hacer o escuchar sonidos sexuales, añade el Dr. Brotto.

«También puede significar que crecieron con mensajes de que los sonidos sexuales son sucios o inapropiados, o pueden relacionarse con la ansiedad de hacer sentir mal a la pareja», explica.

¿Cómo puedes mejorar los gemidos?

Por supuesto que no hay una manera correcta o incorrecta de gemir, pero hay maneras de ayudarte a relajarte más durante el sexo, incluyendo los ruidos.

«El sexo se trata de dejar ir. Y si soltar y quejarse en voz alta aumenta tu placer y significa que tienes una mejor experiencia… ¡ve por ello!» dice Catriona.

Y si no te sientes lista para hacerlo a todo volumen, siempre puedes practicar sola.

«Puedes intentar soltarte cuando te masturbes, pero no fuerces los gemidos si no es natural o cómodo para ti». ¡El sexo no es una actuación! Se trata de placer – y si no gemir es más placentero para ti, entonces eso es lo que debes hacer», añade Catriona.

El Dr. Brotto sugiere «experimentar con bajar la guardia y establecerse en la vulnerabilidad,» – así que trata de tomar esto en etapas, a un ritmo con el que te sientas cómoda, en lugar de sumergirte en lo profundo inmediatamente.