Jesús Sánchez
Quien lo dijera, cuando pensábamos que la alternancia en el poder político
nos ayudaría a superar el mal sexenal de ´lo que puso haber sido y no fue´, nos
encontramos con que no hemos cambiado mucho pues sorprendentemente la moral
sigue siendo el árbol de siempre, el árbol que da moras.
La cruzada contra la corrupción muy aplaudida como promesa de campaña, ha
venido desdorándose porque el caso emblemático de este sexenio, las
revelaciones telenoveleras de “Emilio L”, parecen una mala puesta en escena de
El gesticulador de Usigli, como dice Luis Acevedo.
Pero ahí no queda la cosa, la difusión de videos en los que aparece el
hermano del Presidente de la República recibiendo dinero “extralegal”, por
decirlo de algún modo, y que intentan justificar con argumentos muy endebles,
confirma que seguimos padeciendo el síndrome del “qué tanto es tantito”.
En la narrativa de estos episodios que presume la comisión de delitos de
corrupción tenemos dos enfoques que meten ruido y confunden a las audiencias;
uno, que hace énfasis en lo más oscuro de la clase política de los gobiernos
anteriores y dos, los intentos por justificar el manejo de dinero de origen
sospechoso que podrían ser las arcas públicas, pero que se lo endilgan a ese
concepto que puede ser cualquier cosa, el pueblo.
La burbuja de Palacio Nacional se vio en serios aprietos, tanto que se
escucharon y leímos posiciones absurdas como las que metieron en el chisme a
doña Leona Vicario, uno de nuestros sacrosantos personajes históricos y quien
seguramente nunca se imaginó siendo grabada en video entregando apoyo económico
a los promotores de la Independencia, por una razón muy simple, porque no
existían ni cámaras ni celulares en aquellas épocas.
Y una acotación en este margen; comparar la 4T con el movimiento
independentista mexicano, es una desproporción total.
En el video boletín presidencial de los sábados confirmamos que la
proclividad a justificarse con el ´qué tanto es tantito´ es como un valor
entendido: Lo de Lozoya eso si es corrupción y de la fea, en cambio, lo del
hermano es cooperacha del pueblo a un movimiento, aunque se supone que estuvo
detrás un ex gobernador, Manuel Velasco.
Tenemos dos lecturas inevitables, una en que se ordena a las autoridades
electorales y judiciales investigar los videos, pero también supone que podrían
ahorrarse los “remilgos legales” y hacer la ley tan elástica como sea necesario.
Uno de sus principales asesores, el dos veces doctor, lo ve así: “No existe
comparación entre los videítos de pequeñas bolsas de papel con donativos para
templetes y bocinas exhibidos por un mitómano profesional y millones de dólares
entregados a políticos corruptos a cambio de saquear a la nación, denunciados
formalmente a la autoridad”.
En realidad, el síndrome del ´qué tanto es tantito´, es algo más que un
síndrome, marca el lado oscuro de nuestra identidad política y eso lo documentó
de manera extraordinaria el cronista y escritor Armando Ramírez (qepd).
Lamentablemente nos reencontramos
con los estereotipos del poder y la corrupción, una maldición que traemos
pegada a la piel desde hace siglos. Pero podemos reírnos de esta tragedia y
hasta acompañarla con palomitas, siguiendo la trilogía de Luis Estrada; La ley
de Herodes, Un mundo maravilloso y El Infierno.
Qué podemos esperar, avergüenza
decirlo pero no mucho, al fin y al cabo, qué tanto es tantito.
Columnómetro de Aquiles Baeza
1.- Los recortes presupuestales pintan un panorama negro para muchas
instituciones como el INAH y las escuelas de la ENAH.
Por si fuera poco y no conformes con la trasquilada del 75 por ciento en el
gasto operativo de estas instituciones, el colmo fue enterarnos que “por error
administrativo” cancelaron 37 materias optativas para el próximo año lectivo en
la ENAH.
El caso más sonado fue en del reconocido profesor Hugo García Capistrán,
que había preparado una materia sobre Epigrafía maya, avalada por la Academia
de Arqueología, pero que fue cancelada por los recortes.
Los alarmas se encendieron entre el personal docente pues existe el temor
de que una quinta parte de los maestros no sea recontratada. “De por sí, los
docentes del ENAH tienen posgrado y amplia experiencia, pero sueldos
injustamente bajos”, reprocharon.
Y que conste, Diego Prieto
asegura que no hay recortes. Ajá.
2.- LinkedIn, la red profesional más grande
del mundo y GINgroup, de Raúl Beyruti Sánchez, suscribieron un acuerdo de
colaboración para impulsar un programa de inclusión laboral.
Este esfuerzo se suma al compromiso y la
innovación de LinkedIn y Microsoft, y su programa LinkedIn Learning, en el cual
se ofrecen cursos virtuales de temas con alta demanda en el mercado laboral,
impartidos y certificados por dicha empresa, entre ellos, se encuentran:
Desarrollo de Software, Ventas, Gestor de proyectos, especialista en servicio
al cliente, marketing digital y otros, los cuales se sumarán a la plataforma de
GINclúyete.
LinkedIn y GINclúyete están enfocados a
apoyar la alfabetización tecnológica y cerrar la brecha digital que existe en
México, dijo Ramiro Luz, líder de soluciones de talento de LinkedIn
Hispanoamérica.
3.- El Colegio Nacional
@ColegioNal_mx se anotó esta semana varios hitazos con las mesas de análisis
sobre la obra de Ray Bradbury, coordinada por Vicente Quirarte; El Arte y mitos
de los antiguos mayas, conferencia de Oswaldo Chinchilla presentada por
Leonardo López Luján y el Coloquio La humanidad y la máquina, con Luis Fernando
Lara. De lujo.
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